𝐀𝐓𝐑𝐀𝐂𝐂𝐈𝐎𝐍 -𝐍𝐚𝐫𝐮𝐭𝐨 𝐅𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜

Capítulo 05

El pequeño regalo dirigido a Deidara había funcionado completamente, cosa que alegro al Senju, porque no tendría que caminar a la universidad.

Ya llevaba un mes en la residencia Uchiha, y con ello, una gran amistad comenzaba a formarse con Itachi. Ambos tenían mucho en común, a pesar de tener procedencias totalmente distintas.

También le gustaría decir que su relación con Sasuke había mejorado durante ese mes, pero era algo imposible.

Sasuke, era muy... Sasuke.  

—¿Dónde está mi chaqueta negra? —le preguntó Sasuke. El albino volteó y se lo encontro justo detrás de él cruzándose de brazos.

—No lo sé —contestó y este lo fulminó con la mirada, típico en él.

—¿Cómo no vas a saberlo si eres tú el que se encarga de lavar la ropa? —le acusó. «¿Pero este de qué va? Encima que tengo que lavarle la ropa a todo el mundo, me viene a replicar» pensó el Senju.

—Y yo que sé, lo que lavo está todo en su sitio, y tu chaqueta no la he lavado —le aclaró mientras hacía montones separando lo que era de cada uno y agarraba la ropa de Itachi.

—Tienes que saberlo, esto lo haces por molestar—dijo y Shin rodó los ojos.

—Que no, Sasuke. Que no tengo ni idea de donde está —dijo levantándose.

—Que me des la puta chaqueta si no quieres que me moleste más.

Estaba cansado de su mal humor y amenazas, harto diría. Le daban ganas de pegarle, pero sabía que empezarían una pelea seria y no estaba dispuesto a caer en eso. Cruzó el comedor y subío las escaleras mientras Sasuke le insultaba.

Itachi se empeñó en que se repartiéran las tareas, y como llegar a un acuerdo fue casi imposible, decidieron echarlo a suerte. Al principio a Shintarō le tocó hacer la comida, cosa que le fastidió a Sasuke, porque el albino no había tocado una sartén en su vida, y a Itachi solo lo entristeció porque al Uchiha mayor le encantaba cocinar, lo que provocó nuevamente una pelea.

Hasta que finalmente, se decidió que Itachi cocinaría. Ademas, limpiaría la cocina cada vez que acabáran de comer o que estuviera sucia y vigilaría que el comedor y el pasillo estuvieran recogidos. Sasuke se encargaría del baño y Shin de la ropa sucia. Todas las demás tareas las harían entre todos. Al principio no le gustó la idea, pero al final comprendió que era lo mejor. Además, de este modo, tenía una excusa para ver la ropa interior de Itachi, la cual, le parecía muy adorable e infantil.

—Sasuke, te he dicho que no sé dónde está —entró al cuarto de Itachi y dejo la ropa en la cama.

—Eres un imbécil, sé que la tienes escondida—replicó Sasuke.

—Tú sí que eres imbécil —contestó ya harto de su insistencia. ¿Cuántas veces tenía que repetirle que no sabía dónde estaba?

—Shin, dame la chaqueta.

—¡Yo no la tengo! —insistio, pero él lo agarró del cuello de la camiseta.

—Que me des la puta chaqueta—se acercó a Shin apretando la mandíbula con rabia.

—¡Suéltame!

—No, dame la chaqueta.

—Pero que no sé dónde está, ¿eres sordo o te lo haces? —lo miró fijamente y apartó su mano de su camiseta.

Sasuke sin vacilar sacó un mechero rojo del bolsillo derecho de su pantalón. Su mirada seria hizo que sus ojos se juntaran peligrosamente amenazadores. Shintarō inspiró intentando tranquilizarse y, entonces, recordó que era un tremendo loco cuando lo encendió y se lo acercó.