N ❱ Habían sido mejores amigos desde que se conocieron en el expreso de Hogwarts. Eran prácticamente inseparables y hacían todo juntos. Pero, ¿Que sucederá cuando Sirius comience a darse cuenta de que podría agradarle Calypso más de lo que pensaba...
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CALYPSO KRANE NUNCA OLVIDARÍA EL MOMENTO EN el que recibió por primera vez su carta de aceptación al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Una lechuza voló por la chimenea de los Krane y dejó caer la carta en su regazo. No perdió tiempo en abrir la carta y maravillarse con su contenido, aunque ya sabía lo que diría:
Estimada Señorita Krane:
Nos complace informarle que tiene un lugar en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Se adjunta una lista de todos los libros y equipos necesarios. El mandato comienza el 1 de septiembre. Esperamos su lechuza para confirmar, a más tardar el 31 de julio.
Atentamente, Minerva McGonagall
Calypso cerro la carta y la colocó sobre su cama.
Todas las noches antes de su partida, leía el contenido de la carta y se maravillaba de lo que vendría de sus años en la escuela.
Su madre, Rania Krane, era una orgullosa Ravenclaw y, como el padre de Calypso, una ex alumna de la escuela. Rania estaba encantada de que su hija disfrutara de sus años enero colegio, sin importar en qué casa la seleccionaran.
Su padre, Icarus Krane, tenía una visión muy diferente de la dirección en la que iría su hija. A pesar de casarse con un Ravenclaw, quería que Calypso fuera colocado en Slytherin. Ella era sangre pura y una Krane, y para su padre eso significaba que pertenecía a Slytherin.
La hermana mayor de Calypso, Ophelia, entraría a su tercer año en Hogwarts cuando Calypso recibió su carta.
La pareja de hermanas era cercana y Calypso sabía que Ophelia había sido clasificada en Slytherin, por lo que Calypso pensó que Slytherin era la casa en la que estaría, aunque su madre le dijo lo contrario.
Rania Krane le explicó a su hija que no importaba en qué casa entrara, nunca la decepcionaría. Ophelia no compartía los mismos pensamientos. Calypso siempre pensó que su padre le había lavado el cerebro un poco a Ophelia para que creyera que las casas importaban.
—Te va a encantar estar en Slytherin—dijo Ophelia efusivamente mientras Calypso empujaba su carrito a través de la estación de King's Cross. Su búho, Mercury, batió sus alas salvajemente—Es donde están las mejores personas, ¿Me entiendes?
Se habían acercado a la pared de ladrillos. Calypso miró a su hermana con una amplia sonrisa que se extendía por su rostro y dijo:
—Te entiendo
En el momento en que Calypso puso un pie en la Plataforma 9 3/4, mariposas ansiosas estallaron en su estómago. A su alrededor, otros estudiantes corrían con sus familias para abordar el tren. Reconoció algunas caras aquí y allá.
