≼𝑃𝑂𝑅 𝐹𝐼𝑁≽

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≼Narra Adrianna≽

Han pasado varios meses desde que empecé a recibir cartas de una persona en anonimato, al principio me parecía extraño pero a la vez tierno por las palabras que contenían aquellas hojas de papel, pero... De hace unas 2 semanas para acá no he recibido ni una sola carta, todos los días entró a mi habitación y buscó por todos los lugares posibles, pero no encuentro nada, eso me pone un poco triste, por otro lado me he hecho más cercana a Marion y ahora más que nunca puedo confirmar que me he enamorado de él ¿Cómo fui tan ciega para no darme cuenta antes? No le había dicho nada, aunque me duela mucho decirlo, él y yo sólo somos amigos.

Otra vez me encuentro llegando a mi habitación, sin encontrar nada, mi kwami me ha apoyado en todo pero aún así no tengo los mismos ánimos que antes, no entiendo cómo es que esas cartas se volvieron tan indispensables para mí.

- Otro día sin ningún rastro de alguna carta - le dije algo decaída a mí kwami - crees que... ya no me mande más.

- Tranquila Adrianna, recuerda que él también es una persona - recalcó la gatita sentándose en mi cama - al igual que todos, tiene su propia vida, tal vez tuvo algún problema y no pude enviarte más cartas.

Sus palabras me hicieron reflexionar, era cierto que, así como yo, era una persona y tenía sus propios problemas, tal vez... Tal vez solo tengo que esperar un poco más.

- Tienes razón Plaggy tal vez algo se le presentó y no ha podido enviar más, aunque no sé ni siquiera porque lo exijo - le respondí agotada - supongo que ya me acostumbré.

Decidí irme a dormir pues ya era bastante tarde, le di de comer a mi pequeña amiga y me fui a la cama cayendo en brazos de Morfeo.

≼Narra Marion≽

Llevo en total 2 semanas que no le escribo a Adrianna, he tenido muchos problemas últimamente, primero, la escuela, estamos en los exámenes finales y tengo que estudiar mucho, mi alter-ego Lordbug, últimamente los akumatizados son cada vez más fuertes por lo que casi siempre estoy agotado, no duermo, y sumado a eso, todos los problemas de un adolescente normal.

Hoy el día estuvo bastante tranquilo, así que era la oportunidad perfecta para escribirle a Adrianna, espero no se enfade conmigo

- Oye Tikk, estaba pensando que ya es un buen momento para escribirle a Adrianna - le comenté a mi pequeño amigo - es decir, llevo dos semanas sin escribirle y tengo miedo de que pierda el interés en mí, me he esforzado mucho para que se enamore del torpe y distraído Marion como para arruinar todo mi progreso - le expliqué preocupado

- Marion, tranquilo todo va a estar bien, sí es bueno que le escribas una carta disculpándote, alagandola de manera que cuando la lea, vuelva a sentir esa alegría que ha sentido junto con todas tus cartas - sinceramente me parecía bastante lógico, Tikk ahora se quedaba en el cuarto de Adrianna esperando su reacción, las cuales siempre eran positivas.

Sin perder más tiempo busque desesperadamente otra hoja de papel y un lápiz, puse mi mente en blanco y comencé a escribir lo que saliera de mi corazón.

- Querida Adrianna - comencé a escribir.

Mi kwami me miraba atentamente, iba leyendo La carta mientras sonreía y yo por otro lado me dejaba llevar, esta sería una de mis mejores cartas.

Se la llevaría al amanecer para que cuando despertará, lo hiciera con esa carta en la mano, me fui a la cama durmiendome rápidamente.

Desperté Gracias a que Tikk me estaba llamando, rápidamente busque la carta y la firme, se la dí y se fue, con algo de pereza me levanté de mi cama y me fui a bañar, me bañé con agua caliente lo cual me relajaba todo el cuerpo, salí con una toalla envuelta sobre mi cadera, busqué en mi armario y me vestí con un pantalón jean negro, un suéter blanco con rojo, unos Converse botas de color negro y mi cabello despeinado, luego baje para preparar mi desayuno y cuando estaba por terminarlo mi amigo regresó, desayunamos y Tikk se escondió en el bolsillo de mi suéter para luego ir camino a la escuela.

≼𝐶𝐴𝑅𝑇𝐴𝑆≽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora