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~¡Chupalo! - exigió Pimentel.
Colón al mirar lo que era formo en su rostro una expresión de asco.
~ No quiero eso Joey - se quejó el menor al ver lo que estaba sujetando entre sus manos - No me gusta ¿Por qué quieres que lo haga?
~ Para que te endulces. Hay bebé, si de chiquito seguro te gustaba.
~ Pero ya no - el castaño cruza sus brazos y mira hacia la televisión, para seguir observando la trama de la película.
El ojimiel fulmina con sus ojos al chico de ojos verdes y toma su chupete para lamerlo.
~ Es muy dulce y te pican los dientes - se queja y Joel se acerca para apoyar sus brazo entre su cabeza y hombro del más bajo.
Se quedan en esa postura durante un buen tiempo hasta que la película está por acabar.
Estos días siendo enamorados era algo tan maravilloso para ambos. Habían hecho muchas cosas juntos y barbaridades que jamás habrían imaginado hacer en su vida . Pero así es el amor ¿No?
Tú por la persona que amas serias capaz de recorrer la galaxia entera. Pues eso Erick sería capaz de hacer por Joel.
Pero como en todo cuento de hadas hay siempre malvados, y la vida no es color de rosa. Pronto se les borraria la alegría que tenían los chicos.
Emilia había llegado de su viaje. El día anterior y había llamado insistentemente hasta su ese entonces "enamorado" para que viniera a verla. Pero Pimentel la había rechazado consecutivamente.
Mernes al no saber nada de este, decidió ir a verlo a su casa. Tocó la puerta y oyó risas. Unas risas que se le hacía familiar.
Siguió esperando que alguien saliese a recibirla, sin embargo nadie lo hizo. Estaba apunto de marcharse cuando vio a su suegra acercarse y es ahí donde la saludo a la distancia. Para luego acercarse y ayudarle a cargar las cosas que traía.
~ Hay hijita, gracias por ayudarme - comentó la matriarca de los Pimentel entregándole las bolsas - Me alegra volver a verte Emi ¿No te abre mi hijito? - cuestionó sacando la llave y haciendole pasar a la menor y seguidamente cerrar la puerta.
~ No, pero creo que está en la sala, voy a verlo si no le molesta - sonríe Mernes dejando las bolsas en el sueloy yendo hacia allá.
La sra. Patricia asiente y sin más se marcha a la cocina.
La ojimiel comienza a sentir los nervios por volver a verlo y es ahí cuando ese sentimiento se transforma en otro al pensenciar algo que jamás imaginó.
Joel y Erick besandose mientras veían una película.
Algo que ellos hacían muchas veces juntos.
~ Amor, te volviste a manchar de comida en tu naricita - soltó el ojiverde mirando al rulosos con su sonrisa más grande.
~ Quitamelo - pidió el mayor acompañado de un puchero.
