Capítulo quince.

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La mesa pronto quedó vacía de no ser por Jade y Moa, los prometidos se habían parado para ir a bailar.

— No pude decírtelo. —Habló Jade, Moa al sentir que hablaban ahora sí, para ella la observó.— Pero claro no hace falta, te ves muy hermosa.

La morena se sorprendió aunque pronto ensanchó una sonrisa tímida.— Gracias Jade, tú también te ves muy hermosa.

— ¿Tu crees? —Preguntó sin esperar respuesta.— Muchas gracias cariño.

— No es nada. —Le guiñó el ojo aquella morena.

Era una mania que tenía, guiñar un ojo de manera instintiva.

— Me gusta tu vestido. —Halagó Gordon mientras sus ojos viajaban con arrogancia por el vestido de la morena.

La morena pudo sentir la mirada más no dijo nada, sólo se limitó a agradecer y agregar un dato.

— No estaba muy convencida de ocuparlo pero Robert me convenció.

— Robert y tú son muy unidos ¿Verdad? —La chica asintió con una sonrisa amplia.

La amistad que tenía con Pattinson era una de las mejores, a ese chico lo amaba, era sin duda un amigo tan puro.

— Me gusta eso, es lindo ver que te apoya a ponerte vestidos así aunque ya sabes...

Eso sacó de su lugar a la joven de pendientes de perlas.

Mismos pendientes que Jade se había percatado que estaban en un par, o tenía uno par de aretes similar o es que Tom lo había repuesto, y claro, se inclinaba a la segunda opción más porque los pendientes si se les miraba bien podía verse la diferencia de tamaño.

— ¿Ya sabes...? —Repitió las últimas dos palabras.

— Sí, bueno... —La joven hizo una pausa.— No te ofendas, solo que no a todas le quedan los vestidos ceñidos.

La chica abrió sus ojos tratando de disimular su sorpresa ¿Había tratado de decir lo que ella quería negarse a creer que insinuaba?

— Digo, me gusta como se te ve, eres la excepción... Me gusta sobre todo el escote.

Y de forma atrevida, Jade dejó que su dedo índice recorriera desde el tirante del hombro de la chica hasta el escote de su espalda deteniendose justo en la parte donde los rollitos de la espalda de la morena se pronunciaban al sentarse.

La de cabello castaño recogido en coleta sintió su rostro arder por una sensación de vergüenza e incomodidad.

— Tienes una espalda muy linda. —Y atreviendose a más tocó la espalda de la chica.— No pensé que a Robert le gustaran las chicas como tú.

¿Cómo eran las chicas como ella?

— Ya sabes, después de que Kristen era una varita de nardo. —Aquel comentario le sentó mal a Moa sumiendola en una incomodidad y insuficiencia.— Que lindo en verdad, forman una linda pareja ustedes dos.

Moa pudo apreciar la más hipócritas de las sonrisas.

— Yo creo que Tom se infarta si no me ve en esta figura.

Detrás de la cámara. © [Tom Felton] Where stories live. Discover now