CAPITULO 62

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Un silencio muy incómodo se instalaba en el coche mientras avanzaban por las desiertas carreteras rumbo al centro de la ciudad de Ibiza.Gimena iba conduciendo mientras Pablo permanecía con la vista clavada en la ventana viendo el paisaje que se perdía ante sus ojos. Era el paisaje que tantas veces había recorrido con Vanesa y habían conversado y reído. Habían cantado. Y ahora solo quedaban recuerdos, ecos de voces en el vacío. Ya no quedaba nada de eso porque su Vanesa, su hermosa Vanesa le había sido infiel y con otra mujer.

En la radio sonaba una canción cualquiera y de repente la escuchó, fuerte y claro. Era una de las canciones de Vanesa.Gimena al darse cuenta rápidamente iba a cambiar la estación pero Pablo lo impidió era un buen recordatorio de lo que había perdido.

FLASHBACK:

UN AÑO ATRÁS

—¿Te das cuenta? —dijo Pablo tomando la mano de la mujer que iba a su lado y llevándosela a los labios mientras conducía. Sus dedos tocaron el anillo de compromiso en el dedo de Vanesa y sonrió. Estaban a punto de casarse y Pablo no podría estar más emocionado.

—¿Qué? —dijo Vanesa sonriendo mientras el la veía brevemente.

—La próxima vez que visitemos Ibiza será como marido y mujer—dijo Pablo con emoción en su voz.

—Eso es cierto—Vanesa empezó a reír al afirmarlo—. Eres un hombre con mucha suerte Pablo Alboran.

—Lo soy—dijo él sonriendo—. La mujer más hermosa, exitosa, preciosa del mundo aceptó ser esposa de este pobre abogado. Es mi sueño hecho realidad. Debo confesar que desde que estábamos en el instituto tenía un leve crush contigo.

—¿Ahora resulta que te gustaba? —Vanesa empezó a reír—. El capitán del equipo de Futbol con la cerebrito que solo era popular porque su padre era un cantante famoso.

—Bueno...—dijo Pablo sonriendo—. Eras un muy lindo cerebrito.

Vanesa empezó a reír acompañada de Pablo y en unos minutos Vanesa escuchó en la radio una de sus canciones. Su corazón empezó a latir desbocado, como siempre pasaba cuando escuchaba una de sus canciones en la radio. A pesar de los años siempre estaba la emoción de la primera canción y de finalmente poder ver su sueño convertido en realidad.

—Cuando lleguemos a la casa tengo una sorpresa para ti—Vanesa se sorprendió y vio a Pablo inclinando su cabeza a un lado y sonriéndole.

—¿Qué tipo de sorpresa? —sonrió ella—. Tus sorpresas usualmente terminan conmigo acostada en la cama.

—Nosotros en la cama no es una sorpresa—dijo él con suficiencia—. Sabes que soy un tigre en la cama y no puedes cansarte de mí.

—Claro—volvió a reír burlándose—. Creo que el que no puede cansarse de mi eres tú.

—En eso tienes razón—la vio un momento—. Jamás voy a cansarme de ti, Vanesa. Te amo y espero que pueda hacerte feliz el resto de nuestras vidas.

Vanesa le sonrió un momento y luego vio el paisaje que se extendía sobre ella en su corazón deseándolo lo mismo. Pablo era un buen hombre y quizás si había tomado la decisión correcta aunque no se sintiera enamorada.

—Espero que podamos ser felices y que yo pueda ser la esposa que te mereces.

—Sé que lo serás—suspiró—. Mientras exista amor entre nosotros no habrá nada que no podamos superar. Nada.

RESISTIENDO,LA CONTINUACIONWhere stories live. Discover now