RESISTIENDO,LA CONTINUACION

Capitulo 67

Las manos temblaban. Podía admitir que estaba realmente nerviosa. Vanesa era de las mujeres que siempre se tomaba todo con mucha seguridad, pero desde su conversación con Malu era un manojo de emociones y no sabía como reaccionar a esta nueva llamada.

Cerró los ojos y su corazón latió desbocado al escuchar la respiración al otro lado del teléfono.

—Hola Pablo—respondió finalmente conteniendo la respiración.

—Hola—fue la respuesta suave de Pablo al otro lado del teléfono—. ¿Cómo estás?

—Podría estar mejor—respondió Vanesa suavemente—. ¿Y tú? —preguntó arrepintiéndose de inmediato al saber que era una pregunta tonta.

—Sin duda yo puedo decir lo mismo. Podría estar mejor—dijo el hombre con dolor y Van se sintió la peor persona del mundo.

—Pablo, yo quería decirte las cosas pero no tuve la oportunidad de hacerlo—dijo  suavemente.

—¿No tuviste la oportunidad o fuiste tan cobarde que preferiste esconderlo?

Vanesa no supo que responder y escuchó la pequeña risa irónica de Pablo al otro lado del teléfono. Se sintió mal consigo misma, una mala persona.

—Pablo yo...—el hombre la interrumpió.

—En realidad no quiero hablarte de eso—dijo Pablo rápidamente—. A pesar de que en estos momentos siento que te odio y mejor no quiero ni mencionar a la mujer que se acuesta contigo, vi el programa. Y visite a Gonzalo.

—¿Estas en Madrid? —preguntó Vanesa preocupada.

—Mis padres están de vacaciones aquí en Madrid—dijo Pablo suavemente—. No pude decírtelo porque me llamaron cuando tú estabas teniendo tu semana de amor con tu amante y no me respondías el teléfono—su voz sonaba herida—. Por la falta de señal.

—En realidad fallaba el teléfono—dijo Vanesa bajando la mirada.

—¿Cuándo estabas dentro o fuera de la cama con ella? —la pregunta fue hiriente y Pablo después se arrepintió suspirando al no escuchar respuesta por parte de Vanesa—. Mira Vanesa, en realidad yo lo único que quería era hablar contigo sobre lo de Gonzalo. Parece que nadie termina de enterarse de las cosas pero quiero que sepas que tiene un grabación de lo que pasó en esa habitación. Una grabación que incluye a tus dos amigas, a ti y a la mujer con la que te acuestas.

—Lo sé—susurró Vanesa suavemente—. Roberto está aquí en Ibiza—Vanesa bajó la mirada y su mirada se encontró con un arete de Malu. Sus ojos se llenaron de dolor—. La disquera quiere suspender mi contrato.

—¿Por la foto? —preguntó Pablo sorprendido.

—Porque soy...porque soy gay—susurró Vanesa suavemente y Pablo cerró los ojos al otro lado sintiendo un dolor enorme en su corazón. Un dolor que sobrepasaba los golpes que tenía en su rostro causados por Gonzalo.

—Ya...—fue la única respuesta de Pablo y el corazón de Vanesa dolió—. ¿Y cuánto tiempo tienes exactamente de ser gay?

—Toda mi vida—susurró Vanesa en respuesta—. Me gustan los hombres pero siempre preferí a las mujeres. No me gusta ponerme etiquetas pero si tengo que elegir entre ambos sexos yo prefiero a las mujeres.

—¿Aun casada conmigo? —preguntó suavemente y luego rio antes de darle oportunidad a Vanesa de responder—. Obviamente aun casada conmigo. Si te acostaste con una en mi propia casa.

—Bueno—dijo Vanesa suavemente—. Lamento decirte que es mi casa también.

—Claro—respondió Pablo sarcástico—. Disculpa que por un momento olvide que eres la dueña de todo lo nuestro. Aunque claro, decir "nuestro" es mucho ya que jamás hubo un nosotros. Solo me usaste para que las personas a tu alrededor no supieran tu secreto tan fervientemente guardado.