______ Ramírez es una chica latina en New York con un estilo un poco... emo, que llega a la secundaria John Quincy Adams, allí conocerá a los que serán sus mejores amigos y tal vez su primer amor. Esta chica se encontrará con un peculiar grupo de am...
Si comentan tal vez actualice más seguido... no lo sé. *guiño guiño*
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Estaba en casa de Farkle, me había quedado allí a dormir con el.
La luz del sol golpea mis ojos haciéndome despertar. Abro estos con pereza, sintiendo los latidos del corazón de Farkle al estar recostada en su pecho.
Levantó la cara viendo el perfecto rostro dormido de mi novio. Sonrió traviesa antes de repartir un montón de besitos por todo su rostro.
— Si me vas a despertar así será mejor que te quedes a dormir siempre.— La voz ronca y somnolienta de Farkle me hace levantar la cabeza.
— Si, creo que es buena idea.— Y antes de que pueda contestar cualquier cosa beso sus labios.
El beso empezó bastante dulce y lento, pero todo empezó a aumentar cuando decidí morder su labio y adentrar mi lengua a su boca.
El beso era fuerte y demandante. Todo se fue de control cuando las manos de Farkle se ajustan a mis caderas y me suben a su regazo.
Y justo cuando empezaba a mover mis caderas el teléfono de Farkle sonó.
Quise alejarme pero el castaño me lo impidió.
— Shh, déjalo pasar, contesto más tarde.— Intenta volver a besarme pero lo alejo, tomo su celular y veo que es Maya.
Contesto la llamada y le pasó el teléfono a Farkle, mientras dirijo mi boca al cuello de este.
— ¡Farkle, día de tacos!.— Le grita Maya por el teléfono.
— S-si... y-yo... ya voy.— La voz de Farkle sonó jadeante, mientras me aseguraba de marcar su cuello.
— Te escuchas raro, ¿estas bien?.— La rubia le pregunta.
— Si si, solo estaba... m-moviendo unos muebles.— Trato de explicar rápidamente a lo que yo reí, mordiendo una de sus clavículas y moviendo un poco más mis caderas.
— Te quiero aquí mismo en treinta minutos. ¡Y A TI TAMBIÉN ______!.— Río al escuchar a Maya gritar mi nombre y luego colgar.
Me levanto rápidamente de la cama, tomo mi mochila y corro al baño.
— ¡Me voy a cambiar en el baño, vístete tú también!.— Le grito a Farkle mientras me encierro en este.
— ¡No es justo, _______!— Solo solté una risa antes de empezar a arreglarme.
. . .
— Te pones así, luego te vas, y ahora me haces esto.— Farkle me mira con ojos suplicantes, lo cual solo me hace reír.
— ¿Que pasa? Yo creo que se me ve precioso.— Digo mientras me miro en el espejo.
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