Detrás de la cámara. © [Tom Felton]

Capítulo trece.

Adiós a mi tarde de Jueves de pereza.

V I E R N E S.

Tom.

Había llegado el día en el que dejaría actuar normal frente a una de mis mejores amigas así como dejar de actuar como un ente ante mi otra mejor amigas.

Mis días podían resumirse en un estrés puro, jamás sentí mi cabeza con tantas ganas de explotar como lo era la situación en la que estaba comprometido.

Buscar algún joyero que me tuviera la pieza del pendiente que quería de forma exacta fue más difícil de lo que esperaba pues es que, no todas perlas eran iguales.

Solo deseaba que fueran del tamaño idóneo.

Ya tenía en mente que hacer.

1.– Decirle que olvidé el pendiente en el auto, y que más tarde se lo daría.

2.– Cuando tuviese la pieza, se la mostraría.

3.– Evitaría que la tocara bajo la excusa de “Déjame ponerte el pendiente.”

4.– Vivir libre de culpa.

Era desde luego un plan algo sencillo.

— ¿Crees que luzca mejor con el cabello largo o recogido? —Preguntó Jade mientras se miraba al espejo de mi habitación alzando su cabello con una mano.

— Con lo que sea te ves encantadora. —Dije con una sonrisa suave mientras notaba como cambiaba su rostro de ángulo.

Era tan hermosa.

¿Y Moa como iría vestida?

¿Qué llevaría?

A mi mente vino la ocasión del cumpleaños de Emma, precisamente, en el club donde ahora celebrariamos la fiesta.

Moa había llegado exactamente con esos pendientes de perlas, luciendolos por primera vez, acompañado de un vestido verde olivo con un diseño estilo oriental, muy hermosa.

Recordaba muy vagamente como me pasé la fiesta de manera general, Moa bailando con Rupert, Daniel con Emma y conmigo hablando.

De un traje básico, una camisa de botones y un pantalón de vestir estaba en la entrada del interior del club a un costado de Emma, ella con un vestido de color negro simple, un tanto ajustado, ambos recibíamos a nuestros amigos.