capítulo 5

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POV SIMÓN

Le puse varios ejercicios de matemáticas para que hiciese y en cuanto levanté la vista hacia ella, ya estaba tirada en el suelo y no me dio tiempo a reaccionar y evitarlo. Cuando la vi, tuve mucho miedo y ni si quiera se por qué, a ver, pensaréis que es normal tener miedo cuando tienes a una alumna tirada en el suelo pero este miedo era diferente, ni yo lo entiendo. La cogí en brazos y decidí llevarla al hospital. Cuando llegamos al coche, la dejé acostada en la parte trasera del coche, teniendo una vista perfecta para observarla desde el retrovisor. Diréis que es extraño, pero nunca la vi realmente, nunca me interesé por el físico de mis alumnas, pero con Marta era diferente, quería observarla y ver sus defectos y virtudes físicas. Y así hice, tenía el pelo rubio ceniza, la piel blanca pero no mucho, tenía las cejas perfectamente depiladas que le hacían las facciones de la cara más bonitas. Tenia unos labios gordos y rosados y una nariz redonda y pequeña con un septum. Era delgada y alta.

Vaya... Marta era muy guapa y atractiva.
Oh joder Simón en que éstas pensando? Eres su profesor y ella nunca se fijaría en ti aunque sólo le saques 7 años - Me dijo mi conciencia.

Se oyó la puerta de la habitación abrirse, pero no me inmuté porque suponía que era una una de las enfermeras que no paraban de entrar y salir.

De repente, noté unos delgados brazos enredarse en mi cuello y una cabeza fundirse en mi cuello. Al ver que era Marta, reaccioné y le devolví el abrazo. Se sentía muy bien.

Los dos nos quedamos así como un minuto hasta que Marta se apartó.

-Gracias por todo-Me dijo con una sonrisa sincera.

-sólo hice lo que un buen profesor haría-dije frío y distante. Me estaba sintiendo de una manera extraña con ella. Debía ser duro con ella para no terminar sintiendo cosas más fuertes hacia ella, no lo podía permitir.

-podemos irnos? Quiero ver a que hora pasan los buses.

-No vas a ir en bus teniendo yo coche.

-pero pensé que no querías llevarme, ya sabes... Por ser tu alumna

- si sintiese algo por ti tendría que preocuparme de eso, pero como no hay nada entre nosotros, no tengo de qué preocuparme.- Volví a decir frío.

-Ah vale. - Me dijo con cara de confusión.

Fuimos todo el camino en silencio hasta que la dejé en su casa. Fue un día duro y los dos teníamos que dormir bien, sobre todo yo, necesitaba sacarme todos estos pensamientos.

Mi profesor de MatemáticasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora