Si te coges a tu pana y dices "no homo" no hay pedo.

2.9K 368 311
                                    


Kageyama estaba un poco nervioso cuando llegó al gimnasio. Buscó al coach Ukai y se acercó a él mientras todos sus compañeros estaba ocupados haciendo sus ejercicios de calentamiento. Renunciar al voleibol era algo que de verdad quería hacer, pero la idea de dejar a un equipo que le había dado tanto lo hacía sentir algo triste. Quizás no era muy cercano a todos, pero Hinata, Yamaguchi e incluso Tsukishima que era medio hijo de puta, se habían vuelto sus grandes amigos.

Hinata.

Ese era otro detalle. Le había prometido jugar con él, le había prometido pararse a su lado y ayudarlo a crecer.

Y ahora Kageyama lo estaba abandonando.

¿Sería capaz de perdonarlo? ¿Lo entendería? Kageyama esperaba sí, apreciaba mucho su amistad.

—Coach, ¿Podemos hablar? —Le preguntó con un atisbo de timidez.

—Claro, ¿Qué necesitas, Kageyama? —Preguntó con una gran sonrisa.

—Yo, bueno... Voy a dejar el club.

El coach Ukai lo miró con grandes ojos. Estaba sin palabras ¿Kageyama Tobio, renunciando al equipo? No lo podía creer. Kageyama entendía su impresión, a ojos de mucho él no era más que un deportista aficionado por el voleibol que no hacía nada más que comer y jugar.

Takeda, quien había estado escuchando todo, se acercó y puso una mano sobre el hombro de Kageyama.

—¿Podrías decirnos por qué? —Preguntó amablemente.

—¿Es algo relacionado al entrenamiento? ¿No lo encuentras satisfactorio? —Preguntó Ukai.

—Usted ha hecho un gran trabajo, coach. Pero... —¿Cómo podría explicarles sin entrar en muchos detalles? —El voleibol no es mi pasión. Es algo que hago porque soy bueno, pero no porque quiera. Nunca me ha gustado y bueno, solo lo seguí jugando por razones equivocadas. —Ambos adultos lo vieron impresionados e intercambiaron una mirada entre ellos. —El equipo es bueno y usted es un gran coach, pero no quiero seguir haciendo algo que no me hace feliz. —Dijo mostrando su postura ante el tema.

Ukai aclaró su garganta. — Por supuesto, entiendo lo que dices. Será una lastima perder a un gran jugador, pero si realmente te sientes de esa manera lo entiendo. Siempre serás bienvenido si algún día decides volver o solo quieres unirte a un juego amistoso.

Kageyama sonrió y sintió al instante como un peso se levantaba de sus hombros. Había temido que Ukai fuera a insistirle que se quedara.

—Estoy orgulloso que pongas tu bienestar primero, Kageyama. —Dijo Takeda con una suave sonrisa. —¿Puedo preguntar a qué club te piensas unir?

—Ah, al coro o danza. O quizás mejor teatro, que es una combinación de las dos. —Las reacciones de los adultos fueron oro y Kageyama no pudo controlar la gran risa que se le escapó, llamando la atención de algunos de sus compañeros. —Sé que no lo parezco, pero soy bueno en esas cosas.

—Por supuesto. Estoy seguro de que serás una gran adición a cualquiera de esos clubes. —Takeda dijo en seguida, tratando de recuperarse de la impresión y mostrar su apoyo. Ukai no dijo nada, él todavía se veía muy sorprendido y confundido. —Al final de la practica le diremos a tus compañeros de la decisión y de los cambios que se harán a la formación del equipo.

Kageyama hizo una mueca. No tenía ganas de estar presente para eso, pero era algo necesario.

Su última práctica con el equipo fue entretenida. Se la paso con Hinata la mayor parte del tiempo y como sentía que debía de compensar un poco el golpe, lo complació jugando todo lo que el pelirrojo quería.

A ver como te gusta cuando te supere, perro.Where stories live. Discover now