CAPITULO 59.

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 ALGO NO IBA BIEN era lo que se repetía Ana mientras se ponía de pie después de que un Algo hombre que en su vida había visto saliera corriendo y la tirara.

Algo estaba realmente mal....

Fue lo que se dijo Ana al ver a una mujer correr escaleras arriba con un manojo de llaves en su mano derecha mientras buscaba desesperadamente una. Ana empezó a subir las escaleras rápidamente y al escuchar un grito de horror que venia del área donde estaba la habitación de Malu su corazón se apretó.

Ana corrió a la habitación y sus ojos se llenaron de horror al ver a la mujer que había visto antes subir las escaleras delante de una Malu inconsciente que estaba tirada en el piso al lado de un osito destrozado.

—¡Lula! —dijo Ana acercándose y viendo a la mujer que estaba tratando de despertarla—. ¿Qué le pasó? ¿Quién la golpeo de esta forma?—preguntó horrorizada.

—Por favor páseme el teléfono—dijo Gimena rápidamente señalando una mesa mientras Ana se levantaba a tomar el teléfono—. Debemos llamar a una ambulancia. No reacciona y está sangrando mucho.

—¿Quién fue? —dijo con lágrimas en los ojos al ver los golpes que Malu tenía en su rostro. Un labio partido que no dejaba de sangrar mientras la chef lo presionaba con su camisa y una herida en su ceja izquierda.

Los recuerdos empezaron a llegar a su mente cuando había visto a su madre en el mismo estado a causa de los golpes de su padre. Las lágrimas corrieron por sus mejillas.

—Creo que fue su esposo—dijo suavemente Gimena mientras esperaba que alguien respondiera al otro lado del teléfono.

Ana escuchó hablar a la mujer que no conocía asumiendo que era la chef de la que Pablo le había hablado minutos antes, mientras se levantaba para ir al baño y conseguir un botiquín de primeros auxilios el cual encontró rápidamente para volver con Malu.

—Está muy mal—susurró Ana limpiando los golpes mientras Gimena colgaba el teléfono.

—La ambulancia viene en camino—dijo y en ese momento escucharon los gritos a lo lejos.

—Vanesa espera por favor—dijo Pablo siguiéndola—. Seguro solo están hablando debes calmarte.Gonza solo quiere aclarar las cosas.

—Él la golpea—dijo Sol mientras la cantante no se detenía finalmente viendo la casa—. La golpea Pablo.

—Pero...—Pablo vio como Vanesa subía las escaleras de la casa y se perdía dentro. La desesperación de su esposa lo dejaba sorprendido.

Vanesa entró corriendo a la casa y empezó a subir las escaleras con el único objetivo de ver a Malu bien. No podía estar mal porque ella le había prometido que la protegería y que Gonzalo jamás volvería a hacerle daño. Eran tal su desesperación que se olvidó de todo a su alrededor, y cuando finalmente llegó a la habitación y vio a Ana y a Gimena sobre Malu su corazón se detuvo.

Los golpes, las heridas eran terribles y aun lado pudo ver a osito de peluche, destrozado.Vanesa corrió al lado de Malu mientras Ana trataba de contenerla.

—Ya llamamos a la ambulancia Vane...—dijo Ana y vio el rostro de su amiga totalmente pálido.

—Malu...—dijo Lauren con dolor acariciándole la mejilla dulcemente—. Lu, mi amor, respóndeme.

—Esta inconsciente—susurró Gimena—.No ha despertado desde que estamos aquí.

—Malu...—dijo Lauren desecha besándole la mejilla con amor—. Mi amor por favor...hábleme.

—Vanesa...—susurró Normani al ver hacía la puerta y sostuvo el hombro de Vanesa y ella simplemente se apartó inclinándose sobre Malu.

—Es una bestia—dijo La cantante con rabia—. El hijo de puta es una bestia que la golpeaba, y yo debía protegerla. Tenía que haber estado aquí con ella. Le prometí que iba a protegerla de ese imbécil—dijo llorando—. Yo se lo prometí y rompí mi promesa—vio a Sol a los ojos—. ¡¡Maldita sea,Sol!! —le gritó a su amiga fuera de si—. Debías quedarte con ella.

RESISTIENDO,LA CONTINUACIONWhere stories live. Discover now