- Correré el riesgo entonces~- soltó decidido.

- Será un terrible inicio de mañana- repitió, luchando inútilmente contra los brazos de Jungkook.

- Es el mejor cumpleaños de mi vida hasta el momento. Que me orines encima hará las cosas todavía más interesantes- sonrió de lado- Así que... Voy a proseguir~.

Dicho eso, y ante las constantes protestas de Jimin, se posicionó encima de él y descubrió su cuerpo de la cadera para arriba. Luego acercó sus labios a la pancita del chico y dejó muchos besos encima, rozó la piel con su nariz y la acarició también. El rubio carcajeó con esmero mientras Jeon seguía en lo suyo. Luego de medio minuto tal vez, puso una de sus orejas sobre el vientre.

- Casi puedo oírlo decir "Feliz cumpleaños, papá"- soltó contento.

- Si de veras oyes eso, voy a tener que obligarte a ir al médico con urgencia- bufó.

- Oh- alzó ambas cejas- Creo que acaba de decir que me ama también- soltó consternado.

- ¿Bebiste en la madrugada o algo?- rió ante la mueca asombrada de su novio.

- No que yo recuerde~- contestó divertido.

- ¿Quieres que te golpee para que se te vaya lo estúpido?- enarcó una ceja.

- Un beso tuyo me basta- dijo haciendo un piquito- Tiene el mismo efecto~.

- ¿Mis besos te vuelven idiota?- rió concediéndole el dichoso beso.

- Tus besos me vuelven el ser más tonto del mundo- volvió a hacer piquito- Ahora dame otro. Es mi cumpleaños. Haz tu parte, mocoso entrometido.

El rubio rió, dándole otro besito más.

Luego, y más contento todavía, regresó a su tarea de dejar besitos por la pancita del rubio, haciendo un breve recorrido hacia arriba nuevamente para robar uno que otro beso que sin duda alguna, merecía.

Estaba increíblemente feliz de sentirse por fin tan pleno.... Era casi una locura verse a sí mismo así de alegre, especialmente en un día como ese.

Su cumpleaños había sido por muchísimo tiempo uno de los peores días del año. Lo aborrecía con el alma, especialmente por lo solo que se sentía luego de la partida de su madre. No pasaba año alguno sin recordarla en aquellas fechas. Era ella quien había hecho sus días hermosos en su momento, y era precisamente ella también, quien se encargaba de preparar un delicioso pastel y cantarle por su honomástico antes de irse de forma definitiva de su vida. Le era casi imposible no sentir nostalgia por ello, es decir, sin su madre su mundo se había apagado por completo. Tenía a Namjoon de su lado, siempre, pero eso no eliminaba la soledad repentina que sentía en ese entonces. Se camufló en el sexo, la promiscuidad y la rabia. Trataba a todos tan mal que tuvo que acudir a una terapia de ira.

Pensó que todo iría en picada, incluso después de enterarse de su compromiso con Jimin, pero...

Jamás pensó que ese sería el año en que su vida daría un giro total. Adoraba a su precioso rubio y al mini humanito que este llevaba en su vientre con todo su ser. Daría la vida por ellos y no tendría arrepentimiento alguno. Los amaba, tanto que él mismo iría a traerles la luna si se lo pidieran.

Retomando el tema, aquel día sería sin lugar a dudas, el primero cumpleaños que pasaría sintiéndose bien realmente. Sin aparentar. Sin llorar. Sin sufrir.

Recordaría a su madre, claro que lo haría, pero tenía la total certeza de que ella estaba a su lado, sonriéndole como siempre lo hacía, demostrándole lo orgullosa que estaba de él y de su nueva familia.

Ma Sweet Boy- #KOOKMIN- #M-PREGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora