Hear me, Help me

Song

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"Cada vez que tus hermosos ojos fríos me miran,

me siento realmente extraña

Sé que ya no puedo evitarlo"

(G)I-DLE- Hear me

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No creía que una taza de chocolate necesitara de azúcar, pero Soojin siempre pedía que añadieran dos a la bebida de Jeon So Yeon. Con una agenda tan ajustada y exhaustiva, una creería que el café formaría parte de la rutina diaria de la joven pero al parecer ella prefería algo mucho más dulce y simple que para nada encajaba con la imagen seria y profesional que daba habitualmente.

Ese era solo uno de los tantos detalles que Yuqi había notado en su evasiva superior.

Soyeon no era una persona de muchas palabras, tampoco era alguien de demasiadas interacciones. Desde que había ingresado a su área no la había visto hacer otra cosa que trabajar, ella era increíblemente dedicada a la empresa, tanto que no le sorprendería si un día decidían convertirla en CEO.

Yuqi podía decir su rutina de memoria a esas alturas, todos los días llegaba temprano y se iba tarde, al último según le comentaba el guardia de seguridad. En ocasiones ni siquiera se marchaba, simplemente dormía un par de horas en el sillón de su oficina y luego se levantaba para seguir trabajando. Durante el almuerzo todo el mundo iba al buffet del edificio o a comer a algún restaurante cercano, pero ella hacía que los cocineros le enviaran un poco de comida a su oficina, Yuqi había notado que más de una vez los de limpieza regresaban con la bandeja intacta.

Soyeon no era completamente asocial, sin embargo, y al menos una vez por semana salía a recorrer el área para ver si podía ayudar en algo a todos sus subordinados, era una buena líder, siempre estaba incentivándolos para que dieran lo mejor de sí, cuando la miraba no podía evitar querer ser igual de imponente y capaz que ella.

La persona con la que más hablaba era Soojin, parecían ser amigas de hecho pues la asesora no tenía inconvenientes en regañarla si se daba cuenta de que estaba saltando sus comidas o si la veía con la ropa del día anterior y deducía que no había ido a dormir a casa, era casi como ver a una madre enojada pero Soyeon parecía no darle mayor importancia.

A ella le había dirigido la palabra tres veces, la primera para saber su nombre en la reunión de presentación, dijo que deseaba conocer a todos sus empleados, las otras dos ocurrieron tiempo después y fueron para elogiar su trabajo. Ella hacía eso con todos los que lo merecían, sin embargo, así que Yuqi no podía tomarlo como algo personal pero no podía negar que se había sentido bonito.

La contempló desde su cubículo, las paredes vidriadas de su oficina le permitían apreciarla sin problemas. Era muy bonita incluso si bajo sus ojos se formaban círculos oscuros producto del cansancio, sus manos pequeñas decoradas con una manicura extremadamente costosa jamás se detenían mientras estaba sentada frente a su computadora, y la corbata parcialmente desanudada en el cuello de su camisa le daban un aire atractivo aunque no estuviera haciendo otra cosa que trabajar, ella era así de atrapante.

-Tómale una foto, te durará más- se burló Shuhua a sus espaldas y Yuqi concluyó mentalmente que ninguna fotografía podría hacerle justicia. - Jamás lograrás nada de esa forma, Yuqi- prosiguió su compañera al ver que no tenía respuesta. - Invitala a salir.

Cómo si fuera tan fácil.

Los rumores volaban rápido en la oficina y un puñado de arpías no había tardado en señalar la gran soledad que envolvía a la nueva gerenta del área. Minnie les había confiado a ella y a Shuhua que Soyeon había estado en una larga relación hasta no hace mucho tiempo, con un hombre para su gran desventura, dijo que habían terminado porque él se unió al ejército y ella no se sentía preparada para sostener un vínculo a distancia, y que de todas formas quería enfocarse en su trabajo.

-Es mí superior y ni siquiera sé si le gustan las chicas, Shuhua- resopló mientras apartaba la vista y se dejaba caer contra su silla.

-¿Por qué las chicas bonitas pierden su tiempo con hombres?- protestó la más joven, Yuqi supo inmediatamente que no se estaba refiriendo solo a Soyeon.

-No lo sé, pero tú saldrás con Minnie, ella es bonita y definitivamente no pierde el tiempo.

-Sí... - suspiró, Yuqi la conocía como a la palma de su mano y sabía que estaba intentando convencerse de que había tomado la decisión correcta al aceptar esa cita- Creo que tienes razón, ella es un excelente partido, me gusta.

-Pero Soojin...- presionó en un canturreo, creía firmemente que Shuhua debía pasar de ese enamoramiento por la asesora, pero tampoco deseaba que fuese infeliz y que saliera con alguien más si realmente no quería hacerlo.

-No, no hay peros. Soojin es feliz con ese tal Hui y no hay nada que pueda hacer al respecto- habló con madurez- Debo concentrarme en verme fabulosa para Minnie.

-Cómo digas...- murmuró y su atención regresó a la oficina vidriada al otro lado del sitio, Soyeon bebía de su taza tranquila, ajena a todo lo que sucedía a su alrededor.

No lo sabía, y quizá no lo sabría nunca, pero apostaba a que el sabor de esos labios era incluso mejor que cualquier chocolate. 

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Buen domingo, Neverland. 

Recenle a GodSoyeon por Soojin.