Falling In Love •SOOJUN/YEONBIN•

cap 21

Soobin.

Ambos nos recostamos en la cama con nuestras respectivas pijamas listos para dormir.

—estoy agotado—dije para luego abrazarlo.

—¿tú crees que yo no?—me abraza también—Estoy más cansado que tú, soo-ba.

—oye, no es manera de hablarle a tu novio—reí—Descansa—beso su frente.

—no quiero dormir, tengo miedo de esas pesadillas. Hay mucha sangre en ellas.

Cuando yeonjun dijo eso me preocupó mucho, no quería que fueran lo que pienso.

—¿ves... algo?

—no... No veo nada solo oigo y es horrible, es como sí estuvieran asesinando a miles de personas a la vez.

El poder de este lugar lo está lastimando cada vez más.

—¿quieres que te ayude a dormir?

Intenté tocar su cabeza para ayudarlo, pero detiene mi mano.

—no, no quiero que te debilites más, voy a tratar de dormir, descansa...

—igual tú.

Espero que no sea malo, no quiero perderte.

*****

M

ás tarde.

Yeonjun.

Ya era de noche, ambos estábamos dormidos, pero algo me despertó a mi o ¿me llamó?, escuchaba los mismos lamentos de antes, esta vez no los soñaba se escuchaban dentro de la casa, me levanté de la cama con cuidado; no quería que soobin se levante. Esos lamentos se escuchaban cada vez más cuando me acercaba al lugar, era la habitación donde soobin me prohibió entrar, debía hacerlo, esas voces no se callaban y me volvían loco, tomé el jarrón de la mesa y lo golpee contra la perilla haciendo que esta se rompa y abriera la puerta.

El lugar era extraño, era como una Cámara del Tesoro, todo tipo de cosas valiosas habían aquí, pero había una que me llamó la atención y de ella venían esas voces.

—¿un anillo? ¿Por qué un anillo?

Me acerqué a ellos y los observé por unos segundos para después tomar la decisión de colocarlo en mi dedo.

Soobin.

Me dí la vuelta para abrazar a yeonjun, pero me di con la sorpresa que este no estaba en la habitación, pensé que había ido por algo de comer, fue cuando escuche que golpeaban algo muy fuerte, me levanté rápidamente de la cama y fuí hasta el lugar. La Cámara del Tesoro estaba abierta, corrí rápidamente a ella y pude ver como yeonjun estaba a punto de ponerse el anillo en su dedo.

—¡yeonjun, no... !

—¡ah...!

¡No debes recordarme!