Falling In Love •SOOJUN/YEONBIN•

cap 20

Soobin.

Dae hyun soltaba una lágrima cuando le terminé de explicar todo lo que pasaba.

Era algo que tenía guardado y que no se iba a ir de mi memoria.

—entonces... ¿siempre estuviste viéndome sufrir?

—sí, hasta el último momento.

—¿no me asesinaste porque tu castigo para mí era que sufra toda mi vida?

—sí... y lo siento, pero tampoco podía matarte, poco después descubrí que si lo hubiese hecho mi vida terminaría y no llegaría a este punto.

—¿al cuál? ¿Al punto de dejar de ser humano? No, nunca lo fuiste, me ordenaste hacer cosas muy crueles ¿para qué? Para ver cómo me despreciabas después de hacer una cosa que no se compara a las que me hiciste hacer—sus manos temblaban—¿sabes? No sé cómo tengo estos recuerdos, pero quisiera olvidarlos.

—cuando tu vida llegó a su fin, te dieron la elección de beber un agua que te hacía olvidar todos tus malos recuerdos. Al parecer, no tomaste de esta y decidiste continuar con los recuerdos.

—te odio, su Majestad.

Dae hyun se puso de pie y se fue del lugar dejándome solo.

Las decisiones que tomé en el pasado siguieron afectando a mucha gente, siempre quise no haber hecho eso para que no me encaminara a mi destino.

Yeonjun.

Estaba esperando a soobin en el sofá comiendo algunas uvas que había puesto en un plato al frente mío, ya era un poco tarde. No puedo dejar de pensar en lo que soñé, esos gritos, no eran míos, eran de muchas personas como si sufrieran, pero de pronto todas se callaban.

Escuché la puerta abrirse y a soobin entrar, me levanté del sofá cual perro que espera por su dueño fuese.

—¡soobin! Por fin llegaste—sonreí.

Lo noté algo decaído y me estaba preocupando.

—¿Está... Todo bien?

—sí ¿que estas viendo?—se sienta a mi costado.

—un programa, nada interesante...

Soobin recuesta su cabeza en mi hombro, volteé a mirarlo ligeramente y noté que tenía una mirada triste.

—no te creo cuando dices que todo está bien.

—lo está, sólo estoy cansado.

—¿quería preguntarte por qué tienes una espada en la sala?

Esta misma se encontraba al lado de la televisión, como si fuera un trofeo.

—es la espada que tuve de joven, nada importante ¿estás hambriento? ¿Que quieres que te traiga?

A pesar de estar cansado ¿quiere seguir ingiriendome? A veces no logro entenderlo.

—¿en serio? ¿Me puedes pasar una uva?

—como digas—soobin toma la uva y la coloca en su boca—¿Aún tienes hambre?

¿Enserio? Para esto si tienes un buen humor.

—sí... Y mucha.

Soobin soltó una pequeña risa y vi sus ojos brillar, ¿cómo hace que me siga enamorando de él? Era muy tierno de ver, pero también sexy.

Beso a soobin metiendo mi lengua en su boca, haciendo el beso cada vez más apasionado, soobin se retiró su saco y camiseta para después quitar mis pantalones, desabrochar su cinturón y pantalón. Abrió mis piernas y colocó dos de sus dedos en mi interior provocando que tire mi cabeza hacia atrás y gima con fuerza.

—ahhh soobin... para.

—ahora... sólo disfruta.

Sentí que su dedo más largo logró alcanzar mi punto, a lo cual di un sobre salto y lo abracé con fuerza.

—hace frío.

—vamos a la habitación. 

Soobin me levantó entre sus brazos y me llevó hasta su habitación, cuando llegamos me recuesta delicamente en la cama y besa mis labios.

—¿listo?

—no.

Mi mano se dirige hasta el cajón de al lado y saco los mismos objetos que usó conmigo la otra noche. Giré a soobin y me puse encima de él para después vendar sus ojos.

—tengo un deja vú.

—has silencio.

Levanto mis caderas lentamente y me introduzco en él de igual manera, dolía mucho y soobin lo notaba, por eso, me tomó de las manos, luego se sienta en la cama y me abraza.

—está bien, muévete con cuidado.

—s-soobin.

Temblé un poco, empecé a dar saltos lentamente hasta que me acostumbrara, cuando eso pasó comencé a incrementar el ritmo y soobin ponía sus manos en mi cadera.

—ahhhh... Soobin... Soobin, ayúdame... Ahhh

—como gustes.

Hizo que mis movimientos fueran más rápidos.

—ahhh yeonjun.

A cuestión de segundos me vine, pero este me giró con rapidez para dar unas últimas estocadas.

—ah~... Yeonjun.

—¡soobin!

Soobin me tomó de mis caderas provocando que sus movimientos fueran más rápidos y a solo unos segundos nos venimos ambos.

—soobin... ¡AH~!

—ah...

Se colocó a mi lado y luego se quita la venda.

—te amo—sonríe.

—ah... Estoy cansado—reí.

—¿qué te parece una ducha antes de dormir? Quiero un baño juntos.

—no puedo moverme... has lo que quieras...

—¡sí!

Estaba totalmente feliz, su promesa de cuidarme y darme su ayuda fue cierta.