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- Oh, hijo.- Alegó la mujer alegre.- No sabes lo mucho que nos alegra tenerte en casa otra vez.

El azabache sonrió ampliamente correspondiendo al abrazo de su madre, también la había extrañado muchísimo en esto tres largos años en el que se fue al extranjero. Su padre se mantenía al tanto del momento con una sonrisa plasmada en su rostro, se notaba que estaba feliz de que volviera a estar en casa.

-- También los extrañé mucho.- Confesó al separarse de los brazos de su progenitora.

- ¿Cómo te ha ido en Londres?- Preguntó el hombre mayor.- Su pongo que espectacular.

- Si.- Respondió con entusiasmo.- Es un país hermoso y con gente muy amable.

La mujer sonrió ampliamente, se alegraba que su hijo la haya pasado bien en su estancia allí y sin contenerlo preguntó.

- ¿Alguna candidata o candidato para tu corazón?

Jungkook rodó los ojos, sabía que su madre preguntaría por aquéllos, las veces que llamaba a casa también lo hacía y no es que le molestaba, pero a veces si cansaba un poco de siempre lo mismo. La mujer entendió todo con el simple gesto, apartando la mirada que posaba en el menor dirigiendola ahora a su esposo.

- Somi, ya déjalo de molestar.- Espetó el hombre.- Jungkook, hijo, ¿Por qué no subes, tomas un baño y descansas un rato?- Ofreció.- Seguro debes de estar cansado.

El azabache asintio frenéticamente, era verdad, estaba demasiado cansado por el viaje y necesitaba dormir mínimo ocho horas. Subió las escaleras llevando su equipaje con sigo entrando a su habitación, todo se entraba limpio y ordenado, sonriendo se aventó a la cama, estaba tan cómoda y perfecta para dormir un par de horas.















- ¿Pudiste descansar bien, hijo?- Preguntó su padre al verlo bajar a la sala donde se encontraba éste.

- Si, era lo que necesitaba.- Respondió.

Minutos después su madre hizo presencia en la habitación, con ella traía tres bandejas con la merienda para cada uno. Pasaron la tarde entre risas y charlando sobre lo que había pasado en su ausencia.

- Tengo pensado ir a visitar a Taehyung.- Comentó el azabache.

- No creo que sea una buena idea.- Espetó la mujer.- Taehyung no vive más aquí.

El azabache confundido, pero sonriendo ladeó la cabeza creyendo que era una broma.

- Pero si vi a los señores Kim al llegar.

- Yo no dije que ellos no vivieran aquí.- El menor enarco una ceja.- Deja a Tae de lado.

- ¿Dejarlo de lado? ¿Por qué?

La mujer suspiró dándole una mirada a su esposo y éste devolviéndosela, ninguno de los dos dijeron alguna palabra, sólo se quedaron callados formando un incómodo y tenso silencio en toda la situación, para éste entonces el azabache se encontraban muy, demasiado, intrigado.

¿Por qué sus padres querían que dejase de lado al omega? Lo último que recordaba era que ellos lo adoraban y hasta planeaban una boda entre ambos.

- ¿Y bien?

- Jungkook, hazle caso a tu madre y olvídate de ese chico.- Murmuró el alfa mayor.

El menor solo asintió agachando su cabeza y juguetear con sus manos, había algo que no le estaban contando y que lo tendría que descubrirlo por su cuenta.















La noche esta perfecta, hacía un poco de frío pero bo demasiado, las estrellas resplandecientes y la luna se veía tan linda. Sin dudas prefería la noche que el día y más cuando estaban en temporada de calor, el que refrescase era raro pero no se quejaba.

El joven se miró al espejo terminando de acomodarse su vestimenta la cuál consistía en una chaqueta de cuero negra, una remera blanca, jeans rasgados negros y botas del mismo color. Peinó un poco su cabello tratando de encontrar el peinado indicado y luego de varios intentos lo logró, persiguiendo a colocarse un poco de colonia y colocarse sus aretes.

Cualquiera que viese a Jeon diría que es el hombre más ardiente del mundo.

Era tan varonil, fuerte, caballeroso, sexy, coqueto y sin contar que todos los tatuajes que cubrían sus brazos, cuello y mano lo hacían ver aún más candente de lo que ya era. No existía omega que no quedara babeando por aquél joven e incluso algunos betas, era sorprendente el poder de atracción que tenía el azabache.

Saliendo de la casa, se subió a su coche y condujo hasta el bar en el que habían acordado la juntada con sus amigos, echaba de menos a esos pares de idiotas que no lo habían dejado de molestar desde el primer momento que se enteraron que estaba devuelta. Llegando al lugar, no pasó por desapercibido el hecho de que muchas miradas se hayan posado en él y sonrió de lado engreídamente.

- ¡Jungkook!- Escuchó a alguien gritar su nombre y girando su cuerpo para ver de donde provenía aquéllo.

No tan lejos de donde se encontraba, estaban todos sus amigos reunidos en una de las tantas mesas sonriendo al verlo. Se acercó a donde se ubicaban éstos y rápidamente fue recibido con un abrazo por parte Namjoon.

- Pequeñín, ¡Al fin volviste!- Exclamó el joven que lo abrazaba. Jungkook pudo jurar que había quedado sordo ante tal acción.- Y cuéntanos, ¿Qué tal todo en el extranjero?

Y así, entre toda la ronda de amigos se pusieron a contar cada uno sus anécdotas de todo lo sucedido en el transcurso de ese tiempo. Bebían y hacían retos, recuperaban el tiempo perdido todos riendo y disfrutando de la noche, algunas omegas se acercaban a la mesa de ellos para unirse a la diversión y por qué no, echarse a alguno de los alfas.

Jungkook bufó molesto cuando sintió las manos de aquella rubia acariciar su muslo de manera sensual, el realmente no tenía ganas de joder con nadie solo quería disfrutar con sus amigos, así que de manera cortes la apartó logrando que está hiciera un puchero ante el rechazo de éste.

- ¡Oh, cierto! Éste alfa de aquí está ocupado.- Dijo Hoseok, palmeando el hombro de Yoongi mientras sonreía con burla.

- ¿Quién es el afortunado, hyung?- Preguntó Jungkook bebiendo un sorbo de su bebida.

- Jimin.- Contestó de manera cortante, sus mejillas ruborizadas levemente.

- ¿Park Jimin?- Yoongi lo miro atentamente y asintió un poco dudoso.

Así que su hyung estaba saliendo con el mejor amigo de Taehyung, esto podría servirle de ayuda para encontrar a ése omega lindo. La vida estaba a su favor.

- Yoongi hyung, ¿Podría hacerme un favor?

El mencionado arqueó una ceja intrigado ante lo que le iba a pedir aquél chico, pero accediendo a aquélla petición.

My sweet Omega  •  KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora