-Sí, sé coser. - Me sentía orgullosa de saber coser.

-Bueno te explico, muchos tenéis papeles muy pequeños, por lo que hemos decidido que lo que todos vosotros, también colaboréis haciendo otras cosas en el teatro. Muchos se encargarán de las luces, del decorado y tu entras en el sector de vestuario. - Me gustaba la idea, así no tendría que comerme la cabeza en saber que hago para entretenerme.

- ¿Aceptas Zoe? - No tenía que pensármelo mucho por lo que asentí.

-Perfecto, te acompañaré hasta la clase donde haréis los vestuarios. - Carlos me llevó a una sala cerca del pequeño teatro.

Cuando vi la sala, vi a dos personas ahí, una chica y un chico. Eran compañeros míos de clase. La chica se llamaba Rocío, era bajita, con gafas y tenía un moño despeinado. El chico se llamaba Alberto, él en cambio de Rocío, era alto y rubio. Estaban mirando en una mesa grande varios trozos de tela.

Carlos carraspeo su garganta llamando la atención de los dos. Tanto Rocío como Alberto se giraron con sorpresa, como si no se lo esperaran.

Rocío dio una palmada y se llevó las manos al pecho, y Alberto se me quedó mirando con una sonrisa. Yo les correspondí con una sonrisa a los dos.

-Chicos, Zoe será su compañera en hacer los vestuarios. Mucha suerte a los tres. - Carlos se fue haciendo pulgares hacia arriba mientras sonreía.

-Menos mal que has llegado Zoe, no nos decidíamos en que tela usar para el vestido de Julieta.

Me acerqué a la mesa donde había dos tejidos diferentes. Uno de ellos era terciopelo verde oscuro, era suave y no le quedaría mal a Julieta. El otro tejido era seda blanca como los copos de nieve, para ese tejido le iría mejor para la madre de Julieta o para mi papel de Rosalina.

-Creo que el terciopelo iría mejor para Julieta y la seda para Rosalina. - Los dos chicos asintieron.

- ¿Y que te parecería meter algún decorado a los vestidos? Harían que resalte más. - Alberto llevaba razón en eso, harían que los vestidos resaltaran mucho mejor.

Estuvimos viendo más telas y decidiendo que telas le vendrían mejor a cada personaje. En muchas cosas discutimos y en otras teníamos razón.

Alberto se sentó en el suelo con varias hojas y varios lápices. El seria el que haría los dibujos, Rocío seria quien corta las telas y yo quien los mete en la máquina. Nos complementábamos muy bien.

-A todo esto, ¿Quién se encarga de medir a los actores? - Tanto Rocío como yo nos encogimos de hombros.

- ¿Qué tal si lo hacemos las dos Zoe? Así dejamos a Alberto para que haga los diseños.

-No me parece mala idea. -Rocío y yo chocamos los puños en señal de apoyo.

Estuvimos hablando de todo, entre lo que nos supone estar aquí, hasta lo que haríamos cuando salgamos. Yo me enteré que Rocío quiere ir a Francia y que luego iría a Estados Unidos. Alberto dijo algo no tan diferente a Rocío, pero el viajaría con su novia. Después de todo eso, Rocío dijo algo que me paralizó.

- ¿Os habéis enterado de que Isaac, el de la clase que no puede salir, se ha estado viendo con una chica de aquí? Parece una película romántica, los dos protagonistas se conocen bajo una gran catástrofe. Qué romántico. - Me paralicé al oírlo, sabía que era yo, pero ¿Cómo nos habían descubierto?

-¿Cómo? Menuda suerte tiene esa chica, no soy gay, pero Isaac está muy bueno.

- ¿Tu qué opinas Zoe, a que está súper bueno? Ojalá ser esa chica, por lo que sé, aparte de estar súper bueno, es un angelito de persona. - Sí que era un angelito, tanto en personalidad como en el físico.

-No le conozco mucho, solo sé que es el hermano de un amigo mío, pero sí, pienso que es un ángel como persona. - Rocío subía y bajaba repetidamente sus cejas, mientras tenía su sonrisa en un lado de la cara.

-Entonces si eres amiga de su hermano, su hermano sabrá con quien se está viendo Isaac. - Alberto frotó sus manos, como si fuera un gran chisme.

A todo esto, yo estaba callada, quería saber que sabían sobre Isaac y yo.

-A mí me han dicho que últimamente la chica misteriosa no va a verlo. ¿Habrán discutido?

-Pues si han discutido sin razón, ella es tontísima por dejarle ir y él es tontísimo igual, porque tendrá muchas admiradoras en el instituto, pero ninguna chica se ha atrevido a estar con él. – Me sorprendió mucho esto. No sabía que pensaran así de mí y de él.

- ¿Y si la chica que estaba con él se ha dejado manipular por las palabras de una chica que no vale la pena? – Tanto Rocío como Alberto fruncieron el ceño mientras se miraban.

- ¿Conoces a la chica? - Esta vez fue Rocío quien me hizo la pregunta.

-No, pero ¿y si esa fue la razón?

-Pensaría que es tontísima por dejar a ese hombre ir, no debería dejarse manipular por la gente, si siente algo por él, debería luchar por su amor, no apartarlo. - Alberto llevaba razón.

Había sido muy tonta e ignorante, no debería haberme alejado de él, Isaac me quiere y yo le quiero, y las palabras de Natalia no deberían afectarme tanto.

Yo seguía pensando en esas palabras, Alberto nos enseñó varios bocetos que había hecho para los vestidos y trajes de los caballeros. Muchos eran preciosos. 

Al cabo de dos horas planeando los trajes, decidimos que, dentro de dos días, Rocío y yo iríamos al pequeño teatro para medir a los personajes.

Ahí es donde decidí que hablaría con Natalia, y la dejaría las cosas claras. Estaba harta de ser manipulada, y este sería un gran cambio para mí.

Siempre nos quedará el 31 ©️[TERMINADO]Where stories live. Discover now