1er año.
En unas cuantas horas el hangar en el que estoy se llenaría de altos mandos del ejercito, soldados, encargados de Enfermería e Inteligencia, un poco más de cien personas reunidas para ver a dos personas ser devoradas. La plataforma en la que las atarían se alzaba siete metros sobre mí; los titanes varían de cinco a quince metros así que estaba perfecto.
Escucho un silbido detrás de mí y me pongo derecho, aunque frunzo el ceño. Ningún oficial silba, es considerado de mala educación. Me doy media vuelta y me encuentro con una chica más alta que yo por unos centímetros (ha de ser por las botas que lleva), el cabello ondulado y color canela le llega al cuello, lleva el uniforme de la unidad eldiana. Levanto la barbilla.
-¿Tienes permitido estar aquí? - deja de silbar y se humedece los labios.
-¿Y tú, soldadito? - me responde.
-Sí - reprime una sonrisa por la velocidad con la que he contestado -. Y tú eres un soldado de igual manera así que...
-No, no, no - levanta su dedo índice, ¿me ha... interrumpido? -. No me compares contigo, marleyano. Soy una guerrera.
Con ese mismo dedo señala a la plataforma frente a nosotros y truena la lengua.
-Kirya Cartier - extiende la mano y la acepto por cortesía.
-Ritter Ancel.
-¿Qué haces aquí, Ancel? - aparta su mano y las mete a los bolsillos de su chaqueta -. ¿Serás la carnada y me llevarás a la plataforma?
-No, me enlisté hace un año - asiente mientras ve el hangar -. ¿Vas a devorar?
-Al Hembra - responde -. Es una vieja amiga, me ha escogido especialmente. Y en trece años, tendré que escoger a alguien - baja la mirada a mí y yo aparto la mía -. ¿Qué quieres lograr en el ejercito?
-Ser importante, ganar guerras, tener un buen puesto - me muerdo el interior de la mejilla -. Y después retirarme con una buena pensión militar.
La escucho reír pero la miro de reojo, me coloco la capucha sobre la cabeza y me doy media vuelta.
-Nos vemos en un rato, Cartier.
-Trataré de no comerte - la miro con seriedad y ella ríe -. Estoy bromeando.
Sonrío forzadamente y sigo con mi camino.
Los balcones estaban llenos de miembros del ejercito. En cuanto mi rango y posición, era un soldado de infantería, estaba cerca de ascender a la clasificación de artillería pero aún me faltaba entrenamiento para eso. Tenía planeado subir hasta las estrategias militares, tener un batallón bajo mi mando, y finalmente sentarme al lado del maestro de mi amigo Kerley, el Sr. Hill. El señor Hill era el jefe de jefes, estaba al mando de todos y Kerley estaba bajo su tutela para sucederle cuando llegará el tiempo.
No aspiraba a tanto, me bastaba con ser parte de los que toman las grandes decisiones. Qué países atacar y que no, que tierras conquistar, el monitoreo de los guerreros, las información confidencial, solo eso.
Kerley se para a mi lado y me saluda dando un débil codazo en el costado. Le sonrío, no podemos actuar como los adolescentes que somos.
Veo a unos soldados ayudar a subir a una chica con cabello opaco y postura débil a la plataforma, ni siquiera la atan, no se que titan portee pero por su condición se ve que esta a punto de cumplir los trece años. Eso explicaba porque había demasiada prisa en que fuera devorada. Pero a pesar del claro cansancio y mirada moribunda, una sonrisa aparece en su rostro, veo debajo de mí. Kirya le devuelve la sonrisa.
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Prohibido. (BertholdtxY/N)
FanfictionPortada: pintura por Lidia Timoshenko. (no encontré el nombre) Todos saben que esto no debería ser, que está prohibido. Una marleyana y un erdiano. Parece un chiste del que nadie se reiría. Si tan solo y/n no hubiera ido a esa estúpida prueba, si...