La Damisela en Apuros Necesita un Caballero | Lee Dong Wook | Lectora [PAUSADA]

07.- Siempre Puede Ponerse Peor [pt.1]

Era completamente inconsciente de la hora hasta que escuché risas y sonidos que indicaban guardar silencio, abrí los ojos encontrándome con una escena bastante peculiar: las dos únicas personas en esta casa –a parte de mi– estaban pegadas a la pared sin moverse mientras me miraban fijamente sin pestañear o respirar como si eso los hiciera invisibles, los ojitos de Ahn Soo miraron de reojo a Dongwook para después gritar retirada, ambos corrieron al salir del cuarto.

Tomé mi teléfono celular para mirar si se había cargado correctamente cuando antes de encender la pantalla pude observar mi reflejo sobre esta llevándome la desagradable sorpresa de que mi rostro estaba completamente garabateado con plumones, es por eso que cada uno escondía una mano detrás de la espalda.

— ¡Lee Dongwook y Ahn Soo! — grité furiosa.

Con un brinco dejé la cama descidida a ir en busca de aquellos traidores, desde las escaleras miré la sala pero no había nadie; caminé a la cocina e incluso revisé detrás de la isla pero no había nadie, entonces las risas volvieron a aparecer. Estaban debajo de la mesa pero el largo mantel los mantenía ocultos.

Me quité las sandalias de casa para no hacer ruido al dar los pasos, casi de puntillas caminé hasta el escondite y con mucho cuidado de no mover las sillas subí sobre la mesa en espera de que salieran que afortunadamente no fue mucho tiempo. Mi niña asomó su cabecita para lentamente dejar el lugar.

— El monstruo se fué soldado Lee — dijo ella — repito, el monstruo se fué.

«Así que monstruo ¿Eh?» pensé mientras contenía las ganas de reírme.

— ¿Está segura soldado Soo? No quiero ser comida de monstruo, aún soy joven y tengo mucho por hacer — le respondió Dongwook actuando como si estuviera asustado.

«Joven mi pie» mordí mi labio tratando de seguir conteniendome.

“Tuck” se escuchó como un golpe y lo confirme cuando él se quejó, quizá había golpeado su cabeza contra la mesa. Exploté.

— Karma — dije entre risas.

Ahn Soo quien ya estaba afuera intento regresar pero salté de la mesa para tomarla entre mis brazos e inmovilizarla.

— ¡Sálvese soldado Lee. Yo me convertiré en comida para monstruos! — gritó mi hija de forma MUY dramática mientras le hacía cosquillas — ¡Dígale a mi esposo e hijos que los amo!

— Okay, olvídate que te deje ver novelas conmigo — dije mientras trataba de recobrar el aire que perdí después de forcejear con Ahnie.

— No es justo mamá — se quejó mi bebé.

— Si, no es justo mamá, digo, [_____]. No sabíamos que estabas arriba — secundó Dongwook cruzándose de brazos y haciendo puchero justo como ella.

— ¿Si? Pues yo no sabía que ustedes eran tan perversos como para aprovecharse de mí y rallarme la cara — señalé mi rostro — Por su bien espero que sean marcadores de agua.