Capitulo 20

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No quería que se fuera, no quería, pero se acabaría yendo. Los dos lo sabían.

Gimió cuando él le soltó la parte de arriba del bikini, dejando sus pechos libres de tela, y jadeó cuando él le acarició los pezones.

-Estamos en la piscina -repitió ella roncamente.

-Pero yo quiero hacerte el amor -susurró él, contra su oído.

-Kendall...

-¿Alguna vez te han hecho el amor en la piscina, _____? ¿Alguna vez te han amado en el agua?

-Kendall... -susurró ella, negando con la cabeza.

-Seré el primero -dijo- el primero... me hubiera gustado más hacerlo en la ducha, pero no me dejaste...

-Ja, ja -se quejó ella- muy gracioso.

-No es gracioso, solo son deseos... y los cumpliré. Te enjabonaré la espalda, y todo el cuerpo con mis manos... te tocaré donde te gusta, y escucharé mi nombre entre tus labios.

La respiración de _____ se incrementó, un calor intenso se apodero de ella, un calor líquido se alojó entre sus piernas, y sin ser consciente, se frotó contra Kendall, moviendo las caderas contra él, excitándolo.

Él soltó un gemido con los labios aún sellados, se inclinó un poco y tomó los dulces labios de la castaña. Sus bocas se acariciaron, sus lenguas jugaron. Sus manos ansiosas comenzaron a acariciarse el uno al otro. _____ se sentía como una cría, aquella adolescente, que se iba a la piscina con su novio, con el cual se enrollaba en una esquinita a escondidas, temerosa de que alguien los pillara o les dijera algo, y excitada por el mismo motivo.

Pero ella ya no era una adolescente, y aquella no era una piscina en la que hubiera más gente, no había que hundirse en el agua para jugar si no querían, y nadie los iba a pillar.

Un calor intenso inundaba su cuerpo, su mano bajó por la espalda de Kendall hasta llegar a alcanzar el bañador.

-¿Nos bañamos desnudos? -había preguntado él en plan de broma antes de meterse en la piscina.

-Mejor que no -había contestado ella picaresca.

Si se hubiesen bañado desnudos... lo que estaban haciendo en ese momento, lo habrían empezado un rato atrás, pero en ese momento, se arrepentía de no tenerlo totalmente desnudo a su merced.

Introdujo sus pequeñas manos bajo la tela del elástico, y llegó a sus nalgas. Le encantaba aferrarse a ella, las podría estar manoseando el día completo. Rodeando su cintura, dejó que sus manos llegaran hasta delante, alcanzando así el miembro excitado de Kendall.

Le mordió el labio cuando ella cerró una de sus manos a su alrededor, mientras con la otra tocaba sus testículos.

_____ rompió el beso, y comenzó a besarle el cuello, el pecho, y aunque hundía la nariz en el agua, no me importaba.

-¿Sabes Kendall? -preguntó ella con un brillo especial en la mirada.

-Me das miedo con ese tono, cariño...

-Me pregunto... como sabrás dentro del agua...

Y antes de que él pudiera darse cuenta de sus intenciones,_____ se había sumergido delante de él, su bañador se había bajado lo suficiente como para que su miembro estuviera libre de tela, y su boca caliente y estrecha lo había comenzado a tomar.

¡Dios santo, que calor hacía! Kendall echó la cabeza hacía atrás, intentando contener un gemido y se mordió el labio, buscó la cabeza de _____ para hacerla salir, no quería que se ahogara.

Ella salió, pero volvió a hundirse en el agua. Ante de que él pudiera proponerle salir de la piscina.

-Oh... -gimió cuando sus labios lo acariciaron de arriba abajo- _____, _____, _____... -jadeó.

-¿Quién? -Los ojos se le abrieron como platos, el cuerpo se le congeló, miró a su hermana en la puerta que daba al jardín mirándolo con curiosidad- ¿_____ has dicho? -de pronto la susodicha salió del agua, con la cara roja, y jadeante- ¡oh! -fue lo único que escapó de la boca de Caitlin, que se puso colorada, y se giró antes de comenzar a reírse.

Una Ducha Diferente Where stories live. Discover now