04: La envidia del mundo

Start from the beginning
                                    

¿Qué?

Curioso, olfateé mi ropa y piel, encontrándome con ese olor afrodisiaco que liberó Aage mientras nos acostábamos. Se me habían pegado completamente sus feromonas.

Me fijé en la chica, olía levemente a Omega debido a los inhibidores obligatorios del recinto.

—Ah, sí—asentí—. Mi último cliente fue un Alfa.

Estuve con el mismísimo Aage Dorrance, perra, ¿Qué me dices?

Intenté evitar no hacer una especie de sonrisa socarrona para no provocarles alguna clase de envidia u otro sentimiento, por lo que actué lo más normal posible. De todas formas, era normal que al acostarse con un Alfa se pegaran las feromonas y que oliera de cierta forma fuerte, pero me sentí extraño al notar que las de Aage causaron un tipo de atracción en vez de repulsión, por lo que me alejé del grupo.

¿Qué clase de feromonas me pegó? No era normal que inquietara a los Omegas a mi alrededor de esa forma, ¿los Alfas de aquí responderían de la misma forma? Normalmente tienden a separarlos de nosotros porque son más sensibles ante esos olores que le resultan desagradables, pero ¿el olor de Aage tendrá otro efecto?

Que curioso.

Me alejé lo más posible del personal del área de descanso y me senté en un lugar vacío, pero cercano a lo que sería por donde vendría mi amigo Luke. Prendí un cigarrillo, en un pequeño intento de dispersar el olor de Aage.

Hasta que al fin pude ver a mi querida antorcha humana.

Pero, al parecer, no estaba de buen humor.

—Hey, Luke, ¿qué-?

—¡Luke! —gritó un chico siguiendo el paso del molesto Beta—¡Por favor!

Era su cliente, Enzel, el fetichista de los piercings.

—Ya no molestes—Le cortó este sin ni siquiera mirarlo aproximándose a mí.

El Beta llegó a su lado, tomándolo de la muñeca para que lo mirase a los ojos.

—¿Por qué no quieres salir conmigo? —preguntó este con evidente angustia plasmada en su rostro.

—Porque, en primer lugar, mi contrato no me permite salir con mis clientes, y en segundo, no me interesa salir contigo—respondió este soltándose del agarre del chico—. Ahora si me permites, tengo otros clientes a quienes atender.

Pude ver claramente como al chico se le rompió el corazón al notar sus ojos brillosos y una mueca en sus labios. Enzel no dijo nada más, por lo que se giró y se largó. En cambio, Luke se acercó a mí, colocándose a mi lado aún con esa expresión de molestia en su rostro.

No sabía qué clase de expresión hacer.

—Pero ¿Qué acaba de suceder? —pregunté con una especie de mueca.

Luke pasó sus manos por su rostro.

—Acabo de perder un cliente—se lamentó el chico—. Maldición.

—¿Cómo? —volví a preguntar—¿Qué te hizo tratarlo así?

Luke me observó con evidente cansancio.

—Es que... ¡todo estaba bien! Él llegó algo nervioso, pero aún así pudimos acostarnos como de costumbre, pero al acabar se volvió a comportar extraño, muy cariñoso para ser una relación prostituto-cliente y ¡no sabía qué hacer! No llevo tanto tiempo trabajando y nunca me había pasado algo así y...

—¿Y? —azucé.

—Le pregunté y ¡me dijo que tenía algo que decirme! Yo me cagué encima, pensé que iba a pedirme que dejáramos de acostarnos, pero ¡Me dijo que estaba enamorado de mí y que quería que saliéramos! —empezó a exclamar el chico exaltado, moviendo con desesperación sus manos—¡Le dije que no se podía y empezó a ser muy hostigante! Intentó besarme un montón de veces, pero claramente me negué.

RiotWhere stories live. Discover now