En Namimori

♪ VIII » Los chicos de la ciudad vecina! « 8 ♪

Los chicos de la ciudad vecina!

Nuevo objeto!

Tomo 8 y 9

- entonces me estás diciendo que te promovieron para apoyar al noveno en Italia, pero al final decidiste no ir y mandaste a Yamamoto en tu lugar y ahora está pasando unas vacaciones en Italia junto a Dino? - pregunté incrédulo a lo que me dijo Gokudera - comprendes que todo fue una trampa y que si hubieras ido realmente algo malo pudo haber pasado?

- q-que?! Porque dices eso?! - me regañó

- te recuerdo que aquella vez me contaste sobre toda tu vida prácticamente y que además con lo que te conozco, es fácil deducir. El noveno probablemente dudaba de tu lealtad, él te conoce mejor que yo, por esa razón le pidió a Dino que hiciera eso... - expliqué, Gokudera se quedó un momento pasmado - pero ahora estoy seguro que tienes la plena confianza del noveno, y con ello, la confianza de cuidar a Tsuna.. - sonreí - además, sí, podrás ser muy inteligente, incluso un genio. Pero aún eres testarudo, terco, impulsivo y malhumorado. Aún te falta experiencia en el ámbito profesional.. así como a mí - me lamentaba

Estábamos en mi casa hablando. Repentinamente Gokudera había aparecido, entonces empezamos a hablar mientras desayunábamos. Gokudera vivía solo así que algunas pocas veces pasaba a mi casa a desayunar, comer o cenar, así repentinamente. En un inicio me sorprendió, pero después comencé a esperarlo.. incluso ya le había dado una copia de las llaves de casa, así podría venir cuando quisiera..

--------

Había salido a comprar despensa. Apenas había avanzado unas cuadras de mi casa cuando fuí asaltado.

- quien eres? - pregunté. Frente a mí había alguien.. por alguna razón había neblina, era una niebla densa.. en un momento ya no podía ver nada más que niebla - que carajo?! - murmuré exaltado, eso no era algo natural

- pensar que te reservé para mí.. la persona más cercana al Vongola.. sin duda vendrá a mí si estás a mi lado - escuché a mis espaldas. Antes de poder voltear a ver al agresor todo se volvió negro...

Escuchaba ruido, mucho ruido. Abrí los ojos, observaba el lugar donde me encontraba. Era lúgubre y llena de escombros, a lo lejos podía escuchar personas peleando. Traté de reincorporarme pero noté que estaba atado. Tenía mis brazos atados firmemente tras mi espalda así como sentía un trapo en mi boca..

- hola.. - escuché una voz, dirigí mi vista hacia el sitio y ahí estaba Hibari, parecía haber estado luchando, podía identificar la sangre en sus tonfas.

- finalmente has venido - escuché una voz a mis espaldas, volteé y vi a un tipo sentado en una especie de sillón. Me encontraba justo a sus pies... Me sentía como una mierda, sabía que algo estaba pasando y justo me capturaron, porqué razón?...

- me tomó un momento encontrarte. Eres el líder de toda ésta travesura?

- kufufu.. algo así. Luego llevaremos a un nuevo encargado a tu pueblo...

- eres estúpido, Namimori no necesita dos encargados

- por supuesto, estoy total y completamente de acuerdo. Ya que voy a encargarme, no te necesitamos

- eso no sucederá. Aquí, ahora mismo. Te morderé hasta la muerte - dijo activando un nuevo secreto de sus tonfas - deseas morir en tu asiento? - se acercaba Hibari.. (no se ha dado cuenta que estoy aquí?)

- kufufu, que interesantes cosas dices.. estoy sentado porque no tengo ninguna necesidad de pararme.. - sus palabras enfadaron a Hibari

- acomódate, es solo que si no hablas ahora, puede que nunca más lo hagas otra vez... - lo notaba, algo estaba mal con el ambiente. Trataba desatarme a como diera lugar, aunque sea aflojar las cuerdas de mis brazos.. vi a Hibari.. él estaba mal, hablaba a la pared..