Quiero Verte

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Quiero Verte

En un momento se encontraba Feliz, al otro vio cómo su ser amado, con quien compartió aventuras, felicidad, enojo, tristeza, ser absorbido por el pozo; para regresarlo a su respectiva época.

Corrió, para alcanzarlo, corrió sin saber si era posible detener lo que estaba sucediendo, solo corrió intentando llegar a él, pero fue tarde, el ya no estaba, fue absorbido y devuelto a su época de origen. Se apoyó en el Pozo-Devora huesos mirando en su interior y gritar el nombre de su amado, por más que intentara creer lo contrario, por más ella que lo negara, sabia, que el pozo se había cerrado indefinidamente, sin poder hacer nada.

InuYasha...InuYasha! ...INUYASHAAA!!!

¿Qué si le dolía perderlo? Sí, claro que le dolía, es como si te hubieran arrancado una parte de ti, como si te hubieran arrebatado lo más preciado en este mundo, aquello que no lo cambiarias ni por más oro, plata, islas privadas, mansiones que te dieran a cambio de eso, porque sabes eso, es lo más bello, único y especial, porque lo antes mencionado se acabara tarde o temprano dejándote vacía, con un inmenso vacío de no poder llenarlo con lo verdaderamente esencial, porque el amor verdadero, no es algo que encuentres a la vuelta de la esquina o dando dinero para que te den amor. Si, Kagome Higurashi, se había enamorado y lo había perdido antes sus ojos en un destello de luz. Grito su nombre con la esperanza de que volviera, con los ojos llenos de lágrimas y la mirada de tristeza de su familiares y amigas.

Kagome, era estudiante, ella tenía responsabilidades, entre ellas ir al colegio, estudiar, hacer las tareas y terminar la preparatoria, pero con lo sucedido, ella no tenía ánimos para eso. Sus amigas intentaron animarla, hacer que saliera, hacer que sonriera, pero no lo lograban. Al principio culparon al novio de Kagome, preguntaron sobre él, que había pasado, entre otras cosas más, pero dejaron de hacerlo, cuando entendieron que eso solo la dañaba más, cuando la vieron llorar ante ellas pidiendo que, por favor, ya no insistan más, ''¿No entienden que lo quiero? Pero ya no lo volveré a ver'' Ya no insistieron al verla en ese estado.

Kagome, llego a faltar a clases por un tiempo, no sentía ganas de ir, solo se estaba acostada en su cama casi todo el día, sus familiares se preocupaban por ella, pero decidieron no decir nada, en especial su madre, confiaba en su hija y sabía que, aunque tal vez no lo superara, lo sabría afrontar de la mejor manera.

Kagome, siempre visitaba el pozo, siempre saltaba en su interior, siempre lo intentaba al punto de que sus zapatos se gastaran y se ensuciaban, a veces lo hacía por un día entero o debido a las pesadillas que tenía por las noches se levantaba y se dirigía al pozo a saltar nuevamente, queriendo verlo una vez más.

Debido a la insistencia de sus amigas, decidió regresar a la escuela, pero la verdad, esa no fue la verdadera razón por la cual lo hiso, en realidad fue por su madre, su abuelo y su pequeño hermano, que decidió hacerlo, claro después de una plática con su madre.

Ella se encontraba sentada en una banca, frete al árbol sagrado, donde conoció a InuYasha, lo libero del sello que lo mantenía dormido por la flecha de Kikyo, debido a un plan bien calculado de su enemigo Naraku. Recuerda el día que se conocieron como si hubiera sido ayer, al momento que despertó y la vio la confundió con aquella sacerdotisa que lo durmió, le costó hacerlo entender que no era ella, que su nombre era Kagome¸ pero lo entendió y la llamo por su nombre, recuerda las peleas que tuvieron, por no saber usar el arco y la flecha y como partió la perla de Shikon dando comienzo a su aventura y los momentos juntos a la recolección de los fragmentos, conociendo a sus preciados amigos. Sin querer sus ojos se llenaron de lágrimas, empezó a sollozar. Su madre la encontró ahí en la banca, llorando, se acercó a su querida hija, se sentó a su lado y la abrazo.

El comienzo de los 3 años {InuKag}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora