CAPÍTULO 21

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Había olvidado como eran las mañanas de Forks y apesar de eso aun siguen siendo sus favoritas. Eran frías, traquilas y muy buenas para pensar, pero eran aun mejores para poder tener un entrenamiento al aire libre. Lo que en Nueva York no podía tener, los entrenamientos siempre eran dentro y las mañanas eran algo ruidosas.

—¿Lista para recibir una paliza?

Ambos se encontraban a un costado de la casa donde se instalaron, por suerte la casa se encontraba en un lugar del bosque algo desierto permitiendo tener más privacidad y espacio. Y era costumbre que a primera hora del día llevaran acabo su entrenamiento.

Luana rio, si creía que esta vez iba a ganar pues estaba muy equivocado. Estaban de frente, listos para enfrentarse.

—Yo debería hacerte esa pregunta.

Alistaron su equipo de entrenamiento, Alec portaba una espada y Luana dos espadas un poco más cortas.

Alec fue el primero en dar el primer movimiento. Elevo su espada sobre su cabeza para descargarla sobre ella, fue más rapida y esquivo la trayectoria del ataque girando sobre sus pies hacia el lado contrario.

—Nada mal.

De nuevo quedaron de frente. Ahora es su turno.
Luana tomo con fuerza ambas armas, lista para atacar. Se acerco con rapidez proporcionando movimientos rápidos y fuertes, izquierda y derecha, sucesivamente y Alec detenía los ataques con su espada siguiendo el mismo ritmo de su adversaria.
El sonido del hierro chocando era música para los oídos de ambos.
De un momento a otro Alec logra tomar de la muñeca de Luana, empujándola hacia su cuerpo al mismo tiempo que el se apartaba de su lugar, logrando quedar a espadas de ella.

—Vamos Swan, te dije que seria una paliza. —Alec mostró una sonrisa de burla, confiaba que la vencería.

Tan solo segundos la chica giro sobre si misma para quedar de nuevo de frente. Sin decir nada a lo que su primo dijo con burla lo ataca de nuevo tomando su espada y haciendo un movimiento ágil descargándolo contra el, por fortuna Alec detuvo el ataque con su espada ocasionando el coque de ambos metales.

—Ya lo veremos.

Giro sobre su propio eje alzando su arma para brindar otro ataque, el lo esquivo agachandose. La adrenalina del entrenamiento estaba surgiendo.
Los movimientos de ambos eran ágiles y precisos. Estaban sincronizados. Deteniendo, esquivando y atacando al compas.

Un movimiento rápido Luana dirige sus armas hacia su compañero pero el logro detener ambas espadas pero ella fue más velos y fuerte, logrando bajar su arma y dejarlo expuesto. Alec ahora tenia una de las cuchillas en su cuello.

—¿Quién fue el que recibió una paliza?

El tono burlon y victorioso en su voz solo logro sacar una sonrisa en su primo. Sentia orgullo al ver la evolución que a tenia respecto a su entrenamiento y que ahora están a la par se sentia satisfactorio.

—Luana.

Ambos al escuchar la voz de Quil se separan, bajando sus armas.
Miran al quileute que al parecer acababa de llegar y sino era así pues no habían notado su presencia.

—Quil. —En la voz de Luana se notaba la confusión al tener a su amigo al frente. —¿Qué te trae por aquí?

Lucía algo nervioso, no es normal ver a tu mejor amiga manejar una espada con tanta experiencia. Ese enfrentamiento para el habia sido genial.

—La manada quiere hablar con ustedes. Es algo urgente.

...

La manada se encontraba reunida en casa de Sam. Jacob, Seth y Paul estaban sentados en la sala. Jared, Embry y los miembros más recientes estaban sentados en la mesa. Esperaban la llegada de Quil y sus invitados nuevos. La tensión en la casa era algo grave, se podía sentir y como lobos hasta oler.
Después de que Sam les contará palabra por palabra lo que se le dijo en el consejo los chicos se llenaron de dudas, y para su mala suerte ninguno de ellos tenían las respuestas.

Escucharon el motor de un auto al entrar por el sendero que conducía hacia la casa Uley, sus músculos se tensaron y todos se pararon de sus lugares. El motor se apago y tres puertas fueron abiertas, ya estaban aquí.
El primero en moverse fue Samuel, fue directo a la puerta y la abre encontrándose con Quil, Luana Swan y aquel chico extraño. Sin decir palabra alguna se aparta de la entrada para permitir que ellos pasaran, cada par de ojos se encontraba sobre Luana y Alec, en seguida notaron aquello. El último en entrar a la casa fue Quil, cerró la puerta estando uan vez adentro y fue como si hubiera encapsulado la tensión en la casa. Se incómodo en seguida, sus hermanos no pueden ser más obvios.

—Entonces... —La voz de Luana rompe la incómoda situación que esta presenciando. —¿De qué querían hablar?

Sam se asegura de mirarla bien ya que en su encuentro pasado no se permitió hacerlo. Recuerda muy bien la última vez que la vio. Tenía tal vez unos 15 o 16 y fue cuando Bella había desaparecido, parecía una niña y ahora la persona que tiene justo al frente parece alguien totalmente diferente. Podría seguir teniendo la misma edad, pero ya no la aparentaba totalmente.

—Hable con el consejo y tenían razón, ellos les habían permitido el acceso al territorio. Les pido una disculpa.

La Swan no mostró ni una expresión al escucharlo y eso le permitió seguir.

》Raccionamos de esa forma porque no teníamos conocimiento de su llegada, así que...

—Nosotros también nos disculpamos, nuestra llegada fue días antes de lo acordado.

Las disculpas de ambos lados fueron bien recibidas. La mayoría de los lobos sintieron la sinceridad que trasmitia la voz de Luana, por alguna extraña razón al tener esa tensión pero a la vez una bibra de paz no los tenia tan alterados.

—¿Se puede saber por qué? —Paul interrumpió.

—Las sircustancias lo ameritan.

La dura voz de Alec altero un poco la tensión. Si bien todos en aquella habitación sabían sobre Luana Swan y no sentían totalmente desconfianza de ella, tal vez se debía sobre la relación de amistad que tuvo con tres miembros de la manada. Los sentimientos y recuerdas de ella se transmitían cada vez que uno de ellos la pensaba, les resultaba familiar pero aquel chico no. La desconfianza era algo de esperarse.

—¿Qué circunstancias? —La voz de Embry llama la atención de los cazadores.

—¿Debo tomar en serio tu pregunta?

La voz de Luana no reflejo ningun sentimiento. Eso a Embry le erizo la piel, esperaba que estuviera cargada de odio pero para sorpresa suya no había nada en sus palabras.

—De hecho, me gustaría que así fuera. Aun no tenemos claro que es lo que hacen aquí, aquel día estaba cegado y no pude analizar bien su propósito. —Habla el alfa Uley.

Ambos cazadores se miran, es como si se comunicaran y quedo algo en claro. Hablarían solo lo adecuado sin decir demasiado.

—Venimos ayudar. —Habla Alec— Es nuestro deber proteger así que la actual situación sobre las constantes muertes en los alrededores es algo alarmante.

—Por eso les pido su cooperación, si queremos llegar a parar lo que sea que esta ocurriendo todos tenemos que estar del mismo lado. —Los ojos de Luana pasan a cada persona presente en la habitación, le hablaba a cada uno de ellos y no solo al alfa. — Tengo entendido que su protección solo alcanza hasta los límites del bosque, no pueden divagar por el pueblo siendo unos lobos enormes y es por eso que nosotros abarcaremos los lugares donde ustedes no pueden llegar.

Inconscientemente estaban sellando un tratado de paz con la nueva generación de los quileutes.










...













Se que dije que subiría capitulo mañana pero no los quise dejar solo con uno. Espero que les haya gustado

La otra SwanWhere stories live. Discover now