CAPÍTULO 6

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Esperaba a Jake en el lugar que acordamos, hoy era una noche común en Forks; fría y lluviosa.
El día de ayer salí de la escuela y mi madre paso por mi, sorprendentemente no lloré por lo ocurrido con Jacob, ya no quería hacerlo.
Hice mis deberes, comí algo y justo cuando estaba por acostarme Jacob me llamo, dude demasiado si responder pero al final lo hice y después de que me pidiera disculpas duramos hasta tarde hablando y antes de despedirnos quedamos en ir a cenar a un lugar nuevo que estaba en el pueblo.
Era un restaurante muy acogedor, tenía un menú muy delicioso y todos los que viene aquí han dicho muy buenas críticas.
Eran alrededor de las 9 p.m. y Jacob aún no llegaba, habíamos quedado a las 8:30 p.m. no me sorprende, el es algo tardado. Para matar el tiempo decido jugar con mi celular, es el mejor entretenimiento que tengo por ahora y sólo espero que Jake no tarde tanto.

—¿Lu?

Eleve la mirada para ver a la persona que me menciona, al hacerlo me encuentro con la señora Bennett, es mi vecina y es una señora muy amable, de piel morena y pelo canoso por la edad. Si no me equivoco tendrá como unas 63.

—Señora Bennett, hola.

—Ay muchacha, ¿no deberías de estar en casa?, son las 10 y es muy tarde, ¿tus padres vendrán por ti?

La señora Bennett se preocupa demasiado algunas veces, siempre me dice que no debo de salir de noche o ir al bosque por ningún motivo, aveces creo que exagera un poco porque en este pueblo nunca pasa nada.

—Estoy esperando a un amigo y seguro que el me acompañara a mi casa, no se preocupe—le doy una sonrisa para que pueda tranquilizarse.

—Mm...—ella pone una cara de duda —Esta bien, sólo con cuidado Lu.

—Señora Bennett, su orden.—Dice la señorita del mostrador.

—Bueno Luana, me voy y con cuidado muchacha.

—Si señora, usted también vaya con cuidado.

Después de que la señora Bennett se fuera decido llamar a Jacob y saber el por qué de su tardanza. Tras unos timbres y no responder decido colgar. Repito la acción como por unas 4 veces pero ninguna Jacob respondió.
Genial, me ah dejado plantada. No puedo creerlo.

Decido pedir algo de comer porque enserio mi apetito está feroz. Pido una lasaña con pasta que venía en el menú y era deliciosa, como todo, y yo sigo con un gran hueco en mi corazón. Es impresionante como Jacob me hace daño y lo vuelve hacer pero aún peor.
Al terminar mi cena pago la cuenta y decido caminar hasta casa. Eran alrededor de las 11 casi las 12, era un noche demasiada fría y yo solo llevaba un abrigo muy delgado para este clima, moría de frío. Las calles estaba solas y sólo podía escuchar el sonido de mis pisadas, mi respiración y los ladridos de los perros que habían a lo lejos. No mentire, tenía miedo.
Estaba concentrada sólo en llegar a casa lo más rápido que podía pero empecé a escuchar algo, no sólo eran mis pasos. Miré hacia atrás pero no veo a nadie, nadie me sigue pero podía jurar que escuche las pisadas de alguien más. Suspiro, tal vez sea sólo mi imaginación. Vuelo poner mi mirada al frente y lo que veo me dejo helada.
Había un hombre a unos dos metros de mi, pero su rostro era diferente y terrorífico. No lo pide evitar y solté un pequeño grito ante la sorpresa, corrí alejándome de aquel hombre horrible y pero el me seguía, me pisaba los talones y yo estaba atemorizada. Sentía los latidos de mi corazón en mis oídos, el miedo estaba por todo mi cuerpo y sólo deseaba que esto fuera sólo un mal sueño.
Tropecé con una roca y caí en el pavimento ocasionando que mis rodillas se lastimen y también mis manos. Lloro por el miedo que siento, él hombre que me perseguía está justo al lado mío y no me atrevo a mirar.

—Mirame —susurra.

Su voz es igual de escalofriante que su cara, era como demoníaca.

—¡Dije que me mires!

Grita. Tiemblo del miedo, miedo a que pueda hacerme algo.

Levanto la cabeza con lentitud, al poder mirar su cara de cerca confirmó lo anterior. Todo su aspecto es demoníaco y horrible.
Su piel era negra, su rostro estaba deforme, sus ojos inyectados en sangre y de su boca salía como un especie de baba.

Se inca justo a mi lado, tenerlo más cerca hace que tengo aún más miedo. Sus ojos rojos me miran como inspeccionandome.

—Dile a Sofía Trueblood que la próxima ves no volverá a ver a su hija.

Fue lo último que dijo, después todo se volvió negro.







[...]

Subí una historia de Quil y otra sobre teen wolf, me gustaría que pasarán a leer y que me digan que tal ;).

La otra SwanWhere stories live. Discover now