~One shots e imaginas de Harry Potter

Cedric

Dedicado a _venti018

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Cuando el nombre de Harry Potter salió del cáliz, la sorpresa en todo Hogwarts fue evidente pero cuando ese tercer papel salió disparado y Dumbledore leyó el nombre de la joven Durmond... ahí fue cuando todo realmente explotó.

—¿¡qué hicieron!?—el director se acercó amenazante al par de Gryffindors—. ¡díganme de inmediato cómo lograron hacerlo!—

Para la joven castaña no era normal recibir regaños, pues al ser una estudiante modelo nunca recibía más que cumplidos y puntos para su casa. Pero aquellos gritos no eran halagos y más que regalarle puntos, parecía que Dumbledore quería arrebatarle hasta el alma.

—No hicimos nada.—respondió Harry al ver que la chica no reaccionaba—. Y no creo que tengamos el poder necesario para siquiera intentarlo.—

—Ni siquiera me gusta este tipo de torneos, profesor...—la chica finalmente miró al canoso, reuniendo esa valentía que los gritos anteriores le habían arrebatado—. Y usted lo sabe, sabe que me parece muy peligroso.—

El poderoso mago finalmente se calmó, arrepintiéndose de haber elevado tanto la voz.

—Bueno... sea cual sea la razón, no hay forma de evitar su presencia en el torneo. El joven Diggory, el joven Potter y usted, señorita Durmond, representarán a hogwarts en la competencia de los Tres Magos.—

La castaña buscó con disimulo al joven Hufflepuff, quién la miraba preocupado a unos metros.

°•°

—¿por qué lo hiciste?—

____ volteó al escuchar aquella voz, notando como Cedric se acercaba.

—¿De verdad crees que si tuviera el poder de modificar el cáliz de fuego lo haría para meter mi nombre y estar en la competencia más peligrosa y con más riesgo de muerte del mundo?—la chica frunció el ceño—. Lo único que me alegra de todo esto es que estaré contigo, idiota.—

Cedric suavizó su gesto, sentándose en la banca junto a su novia.

—No me gusta esto, ____... no quiero que vengas, es muy arriesgado.—

—Lo sé, pero no puedo renunciar. Sería una vergüenza para mi casa... además el chico Potter está igual de nervioso... no quiero dejarlo solo.—

—¿debería ponerme celoso?—el chico sonrió antes de abrazarla con cariño.

—Para tu buena suerte, solo tengo ojos para ti, tejón.—

La castaña tomó las manos de Cedric, entrelanzando sus dedos.

—Tú no te preocupes, yo te cuidaré.—

—¿quién sabe? Tal vez yo te cuidaré a ti.—

—Cuidémonos mutuamente entonces.—la besó con cariño—. ¿Vamos por algo de comer?—

°•°

—Solo... es un laberinto.—

La castaña caminaba a paso cauteloso por el frondoso pasillo del laberinto, atenta al más mínimo cambio a su alrededor.
Aún no sabía cómo había sobrevivido a las dos pruebas anteriores, pero ya casi no tenía miedo, más bien estaba ansiosa y preocupada por sus rivales.

—Espero que estés a salvo, Cedric...—

El grito desgarrador de aquella joven rubia hizo que el cuerpo entero de la Gryffindor se erizara y de inmediato comenzara a correr.
Atravesó los pasillos sin detenerse a revisar por dónde diablos estaba pasando, pero poco le importaba eso. Solo quería mantenerse en movimiento.
En cierto punto, divisó en la intersección frente a ella como Cedric y Harry pasaban corriendo. No dudó en alcanzarlos.