Luego de perder a su hermano, Dean lleva una vida normal junto a Lisa y su hijo Ben. Pero tanto Sam y Grace están de vueltas y es cuando debe decidir si continuar con su vida normal o retomar la vida de lo sobrenatural.
Ambientada durante la tempora...
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Un año para muchos puede significar cambio en su vida, nuevos proyectos, crecer como persona o profesionalmente, muchas cosas podían pasar en el transcurso de año pero para Dean Winchester todo era nuevo, hasta sentía que el país donde había nacido y crecido le parecía algo nuevo. Todas las mañanas se despertaba en la misma cama abrazado de una hermosa mujer quien lo recibió con los brazos abiertos cuando toco su puerta, la rutina del cazador o bueno, ex cazador, era igual todas las mañanas, se levantaba temprano para preparar el desayuno a su nueva familia, ya no más sal para espantar fantasmas, sino sal para cocinar. Luego de disfrutar de un desayuno en compañía de Lisa y su pequeño hijo Ben quien desde la ultima vez si que había crecido, Dean se preparaba para ir al trabajo. Conduciendo una camioneta común y corriente con herramientas para construcción en el maletero Dean manejaba por las calles, no mas impala, ni armas, había logrado aprender a llevar una vida normal se adapto mas rápido de lo que creía, parrilladas, partidos de futbol, hizo "Conocidos" que veía a diario y hasta ser una figura paterna para Ben, le enseño mecánica como su padre le había enseñado.
Pero a pesar de que había cumplido la promesa que le hizo a su hermano, algunos malos hábitos no abandonaban aun su mente, cada noche al revisar puertas y ventanas era inevitable no poner cierta protección para seres indeseados en su hogar, una trampa del diablo dibujada al reverso de la alfombra de entrada, un poco de sal en las ventanas e irse a la cama sin olvidar su pistola y agua bendita debajo de esta. Era feliz pero seguía extrañando a los chicos, a su hermano.
Pero no todo había cambiado para mejor, en otro punto en medio de la oscura noche a las afuera de la casa del ex cazador, una figura se detenía en la ventana para ver a la nueva familia cenar, Dean jamás noto su presencia y tampoco quería que lo hiciera. Sam miraba a su hermano con una extraña sonrisa en su boca, le alegraba verlo feliz y por nada del mundo iba a involucrarlo en el negocio familiar otra vez, pero sabia que si algo lo anduviera rondando, Dean no iba a dejarlo pasar y provocaría que retomaría su viejo trabajo, por lo mismo Sam estaba en su puerta todas las noches, cualquier cosa él se encargaría.
-¿Por que no me sorprende verte aquí?.- Una voz femenina interrumpió la tranquila noche.- Ah ya lo se, es lo que haces todas las noches.-
-No es por lo que te llame Grace.- Sam se giro para ver a la chica tras de él.- Sigues cambiando.-
