The story, wolfstar

𝕀𝕟𝕥𝕣𝕠𝕕𝕦𝕔𝕔𝕚𝕠𝕟

En un mundo en el que jamás existió Voldemort, la guerra y al caos nunca existieron. Muertes inocentes no hubieron, traiciones imperdonables tampoco, al igual que injusticias y soledad. Un mundo donde todo es precioso, al menos, para algunos. 

-Remus, tranquilízate. Tonks no va a dejarte plantado- dijo James intentado calmar a Remus -oye, ahora que tu y ella se van a casar ¿Cómo le tenemos que decir? ¿Lupin? ¿o le seguimos diciendo Tonks? 

-Si te soy sincero James, lo que menos me preocupa es como la vamos a llamar. Me preocupa mas que me deje AQUÍ plantado- dijo molesto Remus, mientras daba vueltas nervioso en el altar. 

Hoy era la boda entre Remus Lupin y Nymphadora Tonks (próximamente Lupin). Era en medio de un bosque, habían pocas personas, ya que los chicos decidieron que lo mejor era invitar a los mas cercanos. Entre los invitados estaba Andrómeda Tonks, quien se movía de un lado a otro encargándose de que todo estuviera en orden. Narcissa Malfoy, ella estaba acompañada de su hijo Draco Malfoy, quien jugaba con los hijos de los Weasley y con Harry Potter. Lily y James intentaban tranquilizar (y fallando en el intento) a el novio, el cual estaba un "poco" histérico. James estaba pensando seriamente en golpear con un palo en la cabeza a su mejor amigo, y despertarlo cuando llegara la novia. Cuando Andrómeda grita. 

-¡La novia esta llegando! ¡todos a sus lugares!

Todos tomaron asiento y vieron como Nymphadora llegaba. La ceremonia fue rápida y preciosa. Harry estaba en medio de sus padres aplaudiéndole a los novios. Harry tenia 8 años, pero a pesar de su corta edad se daba cuenta de muchas cosas, ya que era mus curioso y observador. El noto como a unos puestos mas adelante, Sirius lloraba pero tenia una sonrisa, una muy falsa, según Harry. En realidad todos lloraban a su alrededor, pero había algo distinto en las lagrimas de Sirius. Las lagrimas de todos eran finas, llenas de alegría, pero las de el eran gruesas, llenas de tristeza y ¿arrepentimiento?. No presto atención, luego le preguntaría a su padre. 

Se había hecho de noche y estaban todos bailando y festejando. Harry se había cansado de tanto jugar y fue a sentarse, vio a lo lejos a su padre y se quedo junto a el. El niño echo un vistazo a su alrededor. Todos bebían y bailaban, Remus y Nymphadora disfrutaban de la fiesta mas que nadie, Harry sonrió al verlos, el quería mucho a Remus y verlo así de contento lo hizo sentir bien. Luego volvió a ver a Sirius, quien estaba conversando con Lily y tomando directo de una botella de Whiskey de Fuego. Sirius siempre era el alma de la fiesta, ahora tendría que estar armando algún escandalo, cantándole una canción a los novios borracho o intentando montar un unicornio... En resumen, debería estar armando un berrinche o espectáculo. Pero estaba tranquilo, emborrachándose mientras Lily intentaba quitarle la botella.  

-Papá, ¿por que Sirius se ve así?

-Seguramente esta borracho. 

-No me refiero a eso, me refiero a por que se ve a si de roto- dijo Harry, James se sorprendió por esto. 

-¿A que te refieres con "roto"?

-Triste, vacío, arrepentido. ¿ No esta feliz por Remus? 

-Claro que esta feliz con Remus, solo que...- James soltó un suspiro. El siempre lo supo, siempre lo supo todo. Incluso antes de que ellos se dieran cuento de ello. Quizás Harry era muy pequeño, quizás no lo comprendería, pero no perdía nada contándole. Contándole de como conoció el amor incluso antes de salir con Lily- acércate Harry, te contare una historia de cuando era mas joven... 

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En esta historia, Nymphadora tiene la misma edad que los merodeadores, estudio en Ilvermorny pero volvió a Londres para entrar a la academia de Aurores. 

-Artie Black.