— ¿Como?
— Quiero que me des lecciones sobre cómo no tener dinero.— Específica.
— Oye, 122 dólares por lección.— Le dice la rubia, a lo que Farkle toma el dinero en mano de Riley y se lo da a Maya, por lo cual suelto una risita.— Lección uno completa.
— Tienes menos que nosotros Maya, pero tienes una buena vida.— Le dice el castaño.— No solo sobrevives, prósperas, es lo que siempre he amado de ti.
— Gracias Farkle, no hay mucho que decir excepto... ¿Ves la ropa que uso?.— Farkle asiente.— Yo la compro para mi, y to la cuido y la aprecio ¿sabes?, no tengo mucho pero trato de apreciar lo que tengo.
Miro con empatía a Maya, sintiendo una gran admiración hacia ella.
— Es un buen consejo Maya. Yo tengo tanto que en realidad no lo aprecio, ahora todo se irá.— Yo apretó el agarre de nuestras manos.
— Bueno, vayamos a tu casa mientras aún la tienes.— Le propone Riley.
— ¿Mi casa?.— Logró ver cómo Farkle se tensiona.
Y luego de algo de discusión, decidimos ir a la casa de mi- de Farkle.
.
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.Luego de llegar a la habitación de Farkle, todos estábamos anonadados por el lujo en esta. ¡Incluso tiene un puto tren! El cual, por cierto, se lleva a Maya.
Y estaba tan ocupada tendida sobre la cama de Farkle, rodeada de su aroma y observando la galaxia en el cielo, que me pierdo en la conversación hasta que el tren vuelve, con Maya en ropa lujosa y un gatito.
Yo simplemente reí y hundí mi rostro aún más en la almohada del castaño aspirando su aroma, recibiendo una risa burlona de Lucas, el cual es el único que ha notado mi vergonzosa acción.
Y mientras los demás disfrutan de los lujos en la habitación de Farkle, y Maya le da lecciones a este, yo sigo acostada en su cama, con Farkle sentado entre mis piernas en el suelo y la espalda apoyada el el lado de esta.
La voz del señor Minkus hace que levante la cabeza.
— Hola chicos— Saluda.— Que gusto ver qué disfrutan nuestra casa, ¿por que no habían venido?.
— Hola Minkus, linda casa, ¡largo!.— Saluda rápidamente Riley y luego grita al televisor.
— Digamos que conozco desde hace poco a su hijo y sus amigos, así que por eso.— Respondí sentándome, pasando mis brazos alrededor de los hombros del castaño frente a mi y apoyando mi barbilla en su cabeza.
— ¿______, no?.— Asiento extrañada que sepa mi nombre.— Bueno, Farkle ha hablado lo suficiente de ti como para saber que son muy cercanos.
— ¡Papá!— Reclama Farkle, ambos con las mejillas hirviendo.
— Lamentamos mucho el giro desafortunado de los eventos.— Interrumpe Maya.
— Gracias, siempre he pensado que no es el evento el que revela al hombre si no la respuesta del hombre al evento lo que revela la naturaleza de su carácter.— Contesta y wow, creo saber de donde salió en cerebro superdotado de mi- ¡de Farkle! Basta, maldito inconsciente.
—¿Que tal responde señor?.— Pregunta Riley acercándose.
— Veo dibujos animados, como cereal sin leche porque mis lágrimas llenan el tazón.— Frunzo el ceño y hago un puchero involuntario cuando Farkle se aleja de mi agarre y se levanta.— Cosas así.
— Debes saber que no me interesa si vivimos así o no.— Le aclara el castaño.
— ¿Por que no, Farkle? ¿No te enorgullece lo que hemos hecho?.— Le pregunta el señor Minkus.
— No estoy seguro de que hemos hecho.— Repone este.— Se que si sube el mercado estás feliz, y si baja no lo estás. Se que cuanto más ocupado estés menos te veo, y si te preguntas porque no había traído a mis amigos es porque me siento avergonzado.
Todos bajamos la cabeza ante esto último, todo mi cuerpo picando en necesidad de ir y abrazarlo, de demostrarle todo mi apoyo.
— ¿Por mi?.— Pregunta Minkus.
— No, nunca por ti.— Le aclara Farkle.— Por todas las cosas que tenemos, es demasiado, ¿por que lo merecemos?.— Le interroga el castaño.
Y todo queda en silencio después de eso.
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.Ahora estamos en casa de Maya, Farkle sentado en el sillón individual cerca a la ventana y yo en el posa manos, hasta que resbalo hacia un lado y Farkle me atrae a su regazo, quedándome cómodamente ahí.
Y cuando voy con Lucas a jugar con el hurón de Maya —que por cierto, tengo una obsesión con los hurones.— Farkle saluda a personas por la ventana, pero me encontraba muy concentrada el el pequeño animal como para prestarle atención.
Y cuando Maya especifica que Ginger entro por un hueco en la pared, Lucas lo suelta de inmediato, más yo me quedo abrazada a el, a lo que todos me miran raro.
—¿Que? Amo a los hurones, no me importa de donde vino.— Les digo.— Algún día tendré uno blanco y le pondré Draco.— Riley y Lucas ríen ante la referencia.
Y así nos quedamos otro rato, yo volviendo a estar entre los brazos de Farkle rápidamente.
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Hey, emo girl ; Farkle Minkus
Fanfiction______ Ramírez es una chica latina en New York con un estilo un poco... emo, que llega a la secundaria John Quincy Adams, allí conocerá a los que serán sus mejores amigos y tal vez su primer amor. Esta chica se encontrará con un peculiar grupo de am...
𝕯𝖎𝖓𝖊𝖗𝖔 1/2
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