ii. the virgin who lit the black candle

Start bij het begin
                                    

── Bueno, permítanme cambiarme. ── dijo Allison subiendo las escaleras.

── Vamos, Sab.── molesto Max con una sonrisa.── Pensé que tu creías mucho en estas cosas.

── Y lo hago.── suspiro la morena enredando un mechón de cabello en su dedo.── Solo que ir a la casa...

── No seas aguafiestas, Sab.

Sabrina titubeo un poco antes de bufar y subir las escaleras, iba a ser una noche muy larga.



── la leyenda dice, que en estas paredes están los restos de más de cien niños.── explico Allison. Los cuarto iban caminando por las calles de Salem para llegar a la casa de las hermanas Sanderson, y por inercia, Sabrina se despegó hábilmente de la pared. 

── Que lindo.── susurro Dani. Y a su derecha, la casa de las tres brujas estaba, a Sabrina le dio un escalofrió pero lo ignoró. Entre Allison y Max abrieron las rejas y entraron. La madera de los escalones rechinaba como toda la casa. Allison y Sabrina entraron a la polvorienta casa seguidas de Dani y Max. ── No puedo ver nada.

── Debe de haber un apagador por aquí.── Allison empezó a buscar por las paredes. Max y Sabrina dieron unos pasos más adentro tratando de observar todo lo que pudieran. Max se acerco a unos estantes, limpio vagamente y tomo un encendedor, prendiéndolo.

── Tengo un encendedor.── le aviso el chico a Allison quien encontró el apagador, cuando lo encendió, calderos polvorientos y cosas viejas salieron a la luz.

── Es el caldero original.── reconoció la rubia, a Sabrina le daba mala espina todo eso y sin saber si fue por paranoia o por intuición, volteo a ver una ventana donde creyó haber visto un gato negro.── Este es el libro de magia de Winifred Sanderson.── apuntó.

Sabrina, dejando de mirar por la ventana se acerco con su amiga al libro dentro de una caja de cristal. 

── Le fue entregado por el mismo diablo, esta forrada con piel humana y contiene las recetas de sus encantamientos más poderosos y diabólicos.── recito Sabrina, Max y Dani se pararon junto a ella, mirando el libro.

── Me lo imagino.── contesto Dani con un bufido nada impresionada.

── ¿Qué es eso?── preguntó Max mirando una vela en la parte más alta de la casa.

── Es la vela negra de la leyenda.── dijo Sabrina casi en un susurro por la impresión, Max se acerco a esta divertido y despreocupado.

── Encendámosla y conozcamos a las viejas.── opinó el chico jugando en el encendedor, Dani susurro un 'no' mientras Allison negaba.── ¿quieres hacer el honor?── le pregunto este a Sabrina con una llamativa sonrisa.

── Olvídalo.── susurro negando con la cabeza, y antes de que Max pudiera encender la vela, el mismo gato negro que Sabrina había creído haber visto en la ventana se encimo en Max. Las tres chicas gritaron, asustadas.

── Estúpido gato.── gruño Max una vez que se libro del animal.

── Bien Max, ya te divertiste, vámonos.── regaño Dani a su hermano. ── Vamos Sab, Allison.

── Dani tiene razón.── reprimió Allison caminando a la salida mirando al chico. ── Vámonos.

── Oh vamos, solo es un poco de abracadabra.

── Max, no estoy jugando esta vez, es hora de irnos.── Dani le regio a su hermano quien solo negó, encendiendo la vela negra.

── ¡Max no!

El fuego de la vela se oscureció, los focos encendidos empezaron a explotar y parpadear. Un viento dentro de l casa hizo que el cabello de todos se alborotará, el piso de madera empezó a temblar, y de repente, todo paró.

── ¿Qué sucedió? ── había preguntado Max, incrédulo.

── ¿Estás loco? ── pregunto Sabrina exaltada, tratando de calmar su alocado cabello rizado.── Eres un virgen y acabas de encender la vela.

── ¡Tú no sabes si soy virgen o no !── contraatacó Max. Las velas, hicieron un extraño sonido, comenzaron a prenderse al igual que el caldero. Tres risas espeluznantes se hicieron presentes, Max, jalo del brazo a Sabrina quien se había quedado estática para esconderla junto a él. La puerta se abrió de un azotón y tres mujeres entraron.

── Estamos en casa.── la mujer vestida de verde anuncio mientras las dos de atrás festejaban. ── Lo ven hermanas, mi plan funciono perfectamente.

── Pues porque eres perfecta, Wini. ── dos de ellas avanzaron. Sabrina fijo su mirada en Dani, quien cada vez más se acercaba.

── Oh, ¿pero quien encendió la vela negra? ── Winifred preguntó fijándose en el objeto. ──Oh.── Max y Sabrina se miraron pensando que habían sido descubiertos pero no fue así, la bruja se dirigió a su libro encerrado en el cristal.── Despierta, despierta.── dijo tacando el material con su larga uña.

── Wini....── empezó una hermana.

── ¿Qué quieres?── pregunto Winifred a quien había interrumpido su charla con el libro.

── Percibo aroma a niños.

Y como instinto, los cuatro chicos se pegaron más a sus escondites.

── ¡Tras ellos!── dijo esta empezando a rondar la casa, olfateando todo.

── Es una niña...── adivino Mary, la bruja más bajita y regordeta.── Siete....tal vez siete y medio.

Max le dio una mirada nerviosa a Sabrina, quien estaba concentrada en mirar a Dani.

── ¡Ay juaguemos con ella! ── Sarah, la otra hermana opinó con mucho animo. ── Ven pequeña, te voy a llevar....

Sabrina no sabía que hacer, habían encontrado el escondite de Dani.

── Sal querida.── animó Winifred. ── No te lastimaré.

Mary le dio un golpe al escondite de Dani, quien salió rápidamente de este.

── ¡Dani! ── susurro con fuerza Sabrina, pero antes de ser escuchada, Max le tapo la boca con su mano.

De verdad, no podrían estar más jodidos. 

✓ 𝐭𝐡𝐞 𝐰𝐢𝐭𝐜𝐡𝐞𝐬 , hocus pocusWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu