CAPÍTULO 2 - Después del trauma

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Como temía encontrarme con los vampiros de nuevo, escapé la más lejos que pude. Viajé durante 2 meses a pie evitando cualquier civilización. Por suerte, mi hermano me había enseñado bastantes cosas sobre supervivencia. Pero sobreviví a duras penas, ya que la culpa, tristeza y miedo me hacían perder el apetito y la poca motivación que todavía tenía para avanzar. Todas las noches tenía pesadillas viendo los cuerpos sin vida de mi familia y amigos, mis manos manchadas con sangre, las caras risueñas de los vampiros y aquella extraña voz culpándome de lo sucedido. Mas de una vez pensé en acabar ese sufrimiento de una vez por todas, pero escuchaba la vos de mi hermano...

-Escapa y vive, Yui, por todos nosotros –

A mitades del tercer mes de viaje casi me desmayé en un bosque. [Lo siento, lo siento tanto. Pero sin ustedes estoy tan perdida, tan sola. Lo siento] No tenía fuerzas ni para hablar. Estaba ahí sola, tirada en un bosque que no conocía, en un mundo que no conocía, al borde de la muerte. Con hambre, sed y llena de heridas. Escuche un ruido entre los árboles. Vi a las aves huir. Pero era incapaz de hacer algo, solo pensaba sin poder moverme [Ya está, un depredador. Esta vida, este sufrimiento acabo. Lo siento, no poder cumplir tu deseo Yudai. Perdóname] Cerré mis ojos, sentí una ráfaga de aire caliente que desato un escalofrió en mi espalda [Adiós], me relajé, sonreí entre lágrimas y perdí la conciencia.

-No te rindas. ¡Vamos! –

[¿Qué? ¿Quién? Esta voz es dulce y amistosa. ¿Quién es? Quiero saber, debo saber]

-Vamos, vive. ¡por favor! –

Todo estaba oscuro. La voz provenía de un pequeño destello de luz. Dudé, pero terminé extendiendo mi brazo, intentando agarrarlo. En cuanto logré alcanzar la luz, esta se expandió y me cegó. Cuando abrí mis ojos estaba en la entrada de una cueva, a juzgar por la luz. Pero ¿que estaba haciendo ahí? Realmente no recordaba cómo había llegado a aquel lugar.

- ¡Estas viva! Realmente estas viva. ¡Es un milagro! –

¿Una dragona estaba hablando? Eso no era algo natural. Cada raza tiene su lenguaje y existe un solo lenguaje universal, el humano, pero los libros de mi tribu eran viejos, por lo que no sabía mucho de ese idioma. No pude evitar mostrar la sorpresa en mi rostro.

-Oye, oye. A cierto no me entiendes.... Aguarda ¿por qué esa cara? No me digas que.... –

Parecía que ella también había entendido la situación. Y tampoco lo podía creer. Por mi parte todavía me sentía débil, pero llena de curiosidad [y si hablo. ¿Me entenderá? Vale la pena intentar] No lo podía evitar esa parte curiosa de mí que parecía haber desperado después de tanto tiempo.

-Ho...Hola. Soy Yui –

- . . . –

[Parece no haberme entendido. Que decepción. Bueno que se le hará]

- ¡Acaso hablas draconiano! Es eso posible. ¿Qué un humano hable draconiano?! –

- ¡Si me entendiste! No lo puedo creer-

Las dos nos callamos. Nos miramos y cedimos ante la tentación. Nuestras carcajadas resonaban por toda la cueva. Sentía como si no hubiese reído en años. Si soy sincera sentí un alivio en el corazón.

-Soy Diamond –

-Un gusto –

- ¿De verdad sabes hablar Draconiano? Es increíble-

-No exactamente... A decir verdad, yo tampoco sé cómo es que podemos hablar –

-Oh... Que extraño-

La Historia de un LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora