Cap 1

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El sol brillaba implacable como típico día de verano, este día era exactamente igual a sus predecesores; cada año, el mismo día el sol irradiaba su calor; obteniendo el titulo ostentoso como el día más caluroso del año.

Es mismo día Haganezuka, hace 17 años había encontrado a una pequeña bebe con escasos meses de nacida, a la cual nombro Youko.

Aquella fecha quedo como el cumpleaños de la pequeña, que había sido acogida como hija para el herrero.

Como ya marcada tradición; Youko era llevada cada año por su padre Haganezuka en la misma fecha de su cumpleaños, a aquella montaña a las afueras de la villa de los herreros.

Actualmente, ya cumpliendo una edad considerable; como eran sus 17 años, ella estaba vastamente agradecida con el hombre que le salvo la vida.

Youko, que se encontraba arrodillada agradeciendo al destino por enviar a Haganezuka a que la salvara de la desoladora muerte inminente que le deparaba.

—Gracias, por salvarme ese día. — le habla con emotividad en su tono de hablar.

—no podía dejar que el sol recuperara a su fragmento. — contesta simplemente, el hombro se acerca por la espalda de la chica y le acaricia cariñosamente el sedoso y largo cabello negro con tonos rojizos. —andando, debemos volver a la forja. — ordena el hombre de cabello largo azabache, este mismo suelta el cabello de Youko para comenzar a caminar a paso lento mientras se acomoda la máscara, dejando que esta vuelva a cubrir su rostro por completo.

Ambos pelinegros emprenden camino, la chica camina sonriente junto a su padre, Haganezuka mira a través de la máscara y aprecia con regocijo la radiante sonrisa que estaba esbozada en el rostro de su hija.

El implacable sol se había ocultado entre las montañas hace un par de hora, pero esto no significo nada para ambos, ya que tanto como Haganezuka y obviamente Youko; ambos sabían a la perfección el camino secreto a la villa.

La chica de cabello negro, al ver la entrada de la villa; decide que es una muy buena idea comenzar a correr para llegar a su casa.

En la entrada de la casa Youko pudo distinguir como un cuervo, y este estaba esperando tranquilamente en el filo del tejado.

La pelinegra lo mira fijamente y lo reverencia como saludo, se voltea rápidamente y comienza a hacerle señas a su padre para que acelerara el paso y pudiera ver que estaba haciendo el cuervo en su hogar.

—Mensaje para el señor Haganezuka, Kamado Tanjiro necesita que repare su katana, que resulto rota en el combate contra una luna menguante. — notifica el cuervo, el aura del herrero explota desorbitante con ira que logra asustar tanto a Youko como al animal; lo que provoca que este ultimo salga volando para sobrevolar el lugar con cautela.

Bajo la atenta mirada de la chica el herrero, entra en colera; dejando escapar un grito completamente furioso, ella podría jurar que su padre estaba echando humo por los oídos y por los orificios de la máscara.

Los pasos pesados de Haganezuka retumbando en el lugar hasta llegar a la fragua, que prende con furia.

Youko deja que su padre se adentre a la fragua para esta correr a la cocina y sacar de la alacena los ingredientes para comenzar a preparar el plato favorito del herrero enfurecido.

La chica suspira con cansancio y finaliza limpiando su frente del sudor, había tardado entre 30 a 40 minutos en preparar los famosos mitarashi dangos que tanto deleitaban el paladar de Haganezuka y que ayudaban a calmar su enojo.

—Te prepare algo. — Youko le habla cuando entra a la fragua, el maravilloso y exquisito olor del alimento recién preparado por ella, llega de manera efectiva al sentido del olfato de su objetivo, el aura macabra del herrero cambia completamente al hacer contacto con la comida que le había preparado su hija.

La reencarnación del solNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ