CAPÍTULO 7.

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*Narra Clockwork*

Toby me llevo hasta el final del pasillo y se paró delante de una enorme puerta de madera, igual que las otras, pero esta sin nombre. Me soltó y me hizo un gesto para que abriese aquella puerta. Al abrirla, un rayo de luz procedente del ventanal abierto me cegó un poco. Era enorme. Las paredes pintadas de un blanco roto sabía que no durarían mucho así. En el centro, tenía una enorme cama de matrimonio de sábanas color pastel, con muchos cojines y un velo que la envolvía. Al lado de esta, había una mesilla de noche de madera, con dos cajones y una lámpara pequeña. Delante de la cama había un tocador con tres espejos. Al lado, un armario de madera (si, casi todos los muebles eran de madera) en el que cabía mucha más ropa de la que tenía. Al otro lado, había otra puerta, pero esta mas pequeña. Deduje que era el baño. Delante del ventanal de cortinas pastel amarradas por una cinta dorada había una mesa de escritorio muy grande, con varios estantes colgados en la pared. Y en el suelo, una moqueta también pastel.

Los colores de mi habitación no tenían nada que ver con la mansión. Ni tampoco la luz. Contemplé boquiabierta todo a mi alrededor y Toby me habló.

- ¿Qué te parece?

- Es increíble. -dije sin apartar la mirada.

- Es toda tuya, guapa. -me agarró de la cintura.

- ¿Son todas las habitaciónes de las chicas así? -pregunté mirándole a los ojos sonriendo. Él rió un poco y contestó.

- No, cada habitación és como el propietario quiere que sea. Ya has visto la mía. Lo único que tienen en común es el tamaño. La tuya es así, le puedes hacer lo que quieras, solo tienes que decírselo al operador.

- No creo que la cambíe, me encanta así. -sonreí y le abracé. Me siguió el abrazó, y depués de unos instantes nos soltamos.

- Gracias. -sonreí.

- No hay de que. -contestó el castaño. Le besé la mejilla y vi como se ruborizaba, a lo que reí leve.

Fuí hacia la cama y me tumbé encima. Noté como me hundía en ella y como las sábanas me abrazaban. Reí y vi como Toby me miraba desde la puerta sonriendo.

- Mira, siéntate aquí. Dan ganas de no moverse. -dije señalando la cama. Él castaño obedeció y se tumbó. Miré el velo que había al lado del cabezal de la cama, amarrado por las mismas cintas que las cortinas. - ¿Y el velo para que sirve?

- Para decorar, en realidad. -rió Toby. -Aunque cuando están echados, desde fuera de la cama apenas se ve nada, así que si te gusta dormir con total intimidad, échalos.

Desabroche ambas cintas dejando caer el velo por fuera de la cama. Lo cerré y me tumbé encima de Toby.

- Es mucho mejor en la noche, con las cortinas abiertas dejando ver la luna y las estrellas, y la ténue luz de la lámparita de noche iluminándo la habitación. -rió Toby.

- ¿Desde cuándo eres tan cursi? -reí y él hizo lo mismo mientras se ecogía de hombros. -Aunque suena genial. Esta noche lo probamos.

- ¿Ambos? -se sorprendió.

- Ambos. -sonreí y me recosté en el pecho de Toby, mientras él acariciaba mi pelo.

Nunca creí enamorarme así.  [Ticci-Toby&Clockwork]Where stories live. Discover now