it had to be you (Ron Weasley)

35

Narrador omnisciente:
Las vacaciones de navidad sin duda habían sido un éxito para Hannah quien aún no se podía creer que tuviera una escoba nueva.

Draco por otro lado, pidió más ropa y cosas caras que nadie se podría permitir.

Al volver a Hogwarts, la chica se topó con Harry quien intentó hablar con ella.
-Deberías responderle a Sirius, ha estado muy preocupado por ti.- le dijo.

-Por qué? Se ha aburrido de ti?- preguntó algo molesta.- Por favor, dile que estoy mejor así.
-Pero...- empezó a decir el azabache.

-Pero nada. Y si tanto me extraña, por que no me ha mandado una carta o ha venido a verme en persona?- dijo a lo que Harry ya no podía discutir más con ella.

Por otro lado, Hannah y Ron se veían por las noches. En la torre de astronomía, solo cinco minutos, pues ambos no querían incomodar al otro.

El ejército de Dumbledore seguía avanzando al igual que la búsqueda de estos por parte de la brigada inquisitorial. Estaban más cerca de atraparlos.

-Hannah! Espera!- dijo Ron.- Un momento... no eres parte de ellos?- precintó algo confuso.

-De el ejército de Dumbledore o de la brigada? A cual de los dos de refieres?- preguntó la chica algo indiferente a lo que el pelirrojo la miró sorprendido.

-Como lo...- empezó a decir.
-Digamos que no sois muy listos al intentar escapar a través de las paredes, un día os vi entrando...a ti y Granger.- dijo con algo de decepción.

-Desde cuando lo sabías? Por qué no se lo has dicho a nadie?- preguntó el chico. Aún no creía que Hannah lo supiera.

Cuanto tardarían en enterarse Umbridge y la brigada? No les quedaban muchas opciones.

-Para qué? Me parece muy valiente de vuestra parte...- dijo mirando a otro lado.- Nos vemos.- dijo para irse y dejar a Ron completamente fuera de lugar.

Él había propuesto que Hannah se pudiera unir sin embargo no hubo más votos a favor que de él y Luna quien creía que era una buena idea.

Hannah caminaba tranquilamente por los pasillos cuando vio como Draco junto los otros seguían a Luna.

Frunció el ceño para ir con ellos.
-Que se supone que hacéis?- preguntó asustando a Crabbe y Goyle que dieron un grito.

-Descubrimos lo que traman Potter y sus amigos.- respondió Blaise.- Te unes?
-Paso.- dijo rodando los ojos para irse a otro lugar.

Era algo aburrido no tener a Pansy para hablar ni a nadie con quien poder estar. Decidió ir a la biblioteca, así estudiaría y no perdería más tiempo.

De camino allí, escuchó ruidos, sin embargo no les presto atención alguna.

Por otra parte, Ron discutía de nuevo con sus amigos.
-Que Hannah lo sabe?- preguntó la castaña preocupada.- Estamos perdidos.

-Ella no dirá nada a nadie!- se excusó el pelirrojo.- Harry, tú me crees, cierto?- preguntó a lo que el azabache bajó la cabeza.

De repente unos golpes secos sonaron en la pared, más bien dicho en la entrada.

Todos miraron a Ron quién confiaba en que Hannah no hubiera dicho nada.
-Te dije que no podíamos confiar en ella.- dijo Hermione intentando esconderse.

La pared se rompió dejando ver a Umbridge y la brigada con una inmensa sonrisa.
-Atraparlos, a todos.- dijo la profesora con una sonrisa enorme.

-No...- dijo Ron.- Hannah no ha dicho nada.- les dijo a todos, sin embargo nadir parecía creerle.

Llevaron a los chicos al despacho donde se encontraba Dumbledore y el ministro.

-Los hemos pillado señor, mire.- dijo enseñando la lista de todos los alumnos que formaban parte del grupo.

De repente, Draco trajó a Cho Chang y a  Marietta Edgecombe a rastras.

Ambas chicas tenían la cara llena de granos y la palabra "soplona" estricta en la frente. Al parecer, la maldición de Hermione funcionaba perfectamente.

-Estás son las valientes chicas que nos han avisado. Haremos lo posible para sacar eso de la frente.- les dijo Umbridge a ambas chicas.

-Hannah no ha dicho nada.- dijo Harry mirando a Hermione quien asintió.
-Al parecer no.- respondió mirando al suelo.

Todos los participantes del ejército de Dumbledore sufrieron un castigo por ello y se les advirtió en no volver a juntar el grupo.

Dumbledore, huyó por ser acusado de conspirar contra el ministerio y ahora, Dolores Umbridge, sería la nueva directora.

-Hannah.- dijo la voz de Ron entrando a la biblioteca con nerviosismo.- Te he estado buscando por todos lados...

La chica frunció el ceño algo sorprendida.
-Como sabías que...- empezó a decir pero el pelirrojo la abrazó.- Ron?

-Sabia que no habías sido tú.- dijo contento.
-Que no había sido yo?- preguntó esta, entonces miró la mano del pelirrojo.- Merlín...que has hecho ahora?- dijo tomando su mano preocupada.

Ron ahora miraba cómo la chica miraba su herida y parecía que todo lo que dolía su mano desapareció en cuanto ella la tomó.
-Estoy bien, solo quería...verte, es decir que no.- empezó a decir algo avergonzado.

Hannah pasó e mirar la mano del chico a mirar al suelo.
-Estás muy raro, lo sabías?- dijo tratando de permanecer seria.

Ahora, ambos se miraban entre sí.
-Ahora es cuando entra Granger y pasa lo de siempre.- dijo Hannah apartándose de él.

-Hermione esta con Ginny. Pero que quieres que pase?- preguntó Ron acercándose de nuevo.
-No se si tú quieres que pase lo mismo...- admitió la chica.

Ron tomó aire para mirarla y tomarle la mano.
-Si te refieres a besarnos, pensamos lo mismo.- soltó a lo que la chica se sonrojó.

-Qué?- preguntó ella algo sorprendida.
-Y bien?- siguió diciendo Ron.- He visto como me miras, y créeme que yo también lo siento.

El corazón de Hannah latía cada vez más deprisa mientras la cara del pelirrojo se acercaba a la suya.

Ron sabía que, cuando besara a aquella chica y uniera sus labios con los de ella, nada volvería a ser igual, todo dependía de cómo reaccionara Hannah, que por momento, estaba igual que él.

Así que esperó unos segundos para mirarla y ver que la chica ya había cerrado los ojos.

Sin dudar otro segundo la besó. Y, al roce de sus labios, ella le correspondió de la misma manera.

Hannah trató de formar una frase, en cambio de eso no pudo pues el pelirrojo la empezó a arrastrar hacia acabar tocando la fría pared del lugar.

Y Ron? Solo pensaba en lo bien que se sentía en ese momento. Era adrenalina y cosquilleos internos que sentía al acariciar la espalda de la chica y sentir como ella le despeinaba.

Al separarse ambos no pudieron apartar la vista del otro ambos con rubor en las mejillas.

-Que acabamos de hacer?- preguntó la chica aún mirándolo a lo que el pelirrojo, le apartó el pelo que caía por la cara de la chica delicadamente.

-Sea lo que sea, no quiero que termine.- dijo Ron para volver a atrapar los labios de la chica de nuevo.