Una promesa, una simple e inocente promesa que hicieron cuando niños los llevó a volver a encontrarse. Una promesa que los haría volver a hacerse amigos... Y quién sabe, quizás algo más que amigos, pero... ¿Esa promesa los interpondrá en algo?
Tamak...
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Estuvimos cantando unas cuantas canciones más hasta que por fin terminamos todas las del repertorio. Nos quedamos hablando un poco con las personas que nos vinieron a ver, respondiendo varias preguntar como "¿Alguno tiene pareja?" "¿Es cierto que tal y tal están saliendo?" entre otras más. Era lindo cuando nos venían a ver y nos decían cosas lindas, pero cuando hacían preguntas de nuestra vida personal... Era un poco incómodo.
Después de estar un tiempo hablando, las personas se empezaron a ir puesto que se hacía tarde, mientras que algunas se quedaban a tomar algo en la cafetería.
—¡____! ¡Jamás te había escuchado cantar en vivo, estoy impresionada! Lo hicieron increíble, y... ¡Ustedes! ¡Los amigos de ____! ¿Cuántos años tienen? ¿Hace cuándo iniciaron con la banda? ¿Cómo se conocieron? ¿Me enseñarían a tocar algún instrumento?— se acercó Nejire a los de mi banda haciendo preguntas efusivamente mientras caminaba en circulos por ellos.
—Ya empezamos...— musitó Mirio suspirando—. Disculpenla, es un poco curiosa y directa— se disculpó Mirio por la actitud de Nejire.
—No hay ningún problema, me recuerda un poco a ____ cuando se unió a la banda— dijo Hikaru entre risas.
—¿A mí? Mentira... En fin, cambiando de tema. Chicos, ellos son Mirio, Nejire y Tamaki— presenté a todos tocándole la cabecita a cada uno—. Y chicos otra vez, ellos son Nao, Hikaru y Natsuki— los presenté haciendo lo mismo que con el trío de los 3 grandes.
Después de que todos se saludaran nos sentamos en una mesa para pedir algo de comer. Mientras tomabamos nuestras bebidas y hablábamos Nao me pide repentinamente que lo acompañe afuera para "ir a comprar algo que quería". Salimos de la cafetería y me crucé de brazos para preguntar:
—Te conozco, ¿para qué salimos en realidad? ¿o en verdad vas a comprar algo?— cuestioné mirándolo fijamente.
—¡Bingo!— hizo un gesto como de "me descubriste" con sus manos—. Quería preguntarte algo.
—Dime, soy toda oídos.
—Bien, estuve viendo un poco al chico ese, el chico con orejas de elfo o lo que sea. Dime ____, no será que.... ¿Encontraste a la persona de las que nos hablabas? Ese tal chico de tu infancia.
Un silencio abundó el momento, haciendo que lo único que se escucharan fueran los autos y el fuerte viento de la tarde. ¿Cómo...?
—Por tu silencio supongo que sí, ¿será que esa persona realmente es ese chico? Digo, como noté que tienen la misma pulsera y por la historia que nos contaste, lo supuse.
—Tan observador como siempre, Nao. A veces me das miedo.
—Vamos, no era difícil de suponer, tampoco doy miedo. Aparte... Esa canción que elegiste, parecía dedicada a él, a ti... ¿A ti él te gusta?
