capitulo 19

3.4K 217 201
                                    

La misma incógnita seguía rondando por su cabeza, le preguntó a marco, pero varias veces parecía no escucharle a proposito, por lo que se fue a acostar en una rama de árbol comiendo una manzana, pensó en preguntarle a torao, aprovechando que parecía ser de todo menos una persona sana, además de ser inteligente, por lo que después de tararear la picadura de la cobra gay por un rato, buscó por otro rato al ojeroso, no lo pudo encontrar, pero, en su lugar estaban sabo, Zoro y sanji, el primero parecía que cantaba caballo homosexual de las montañas los otros peleaban como de costumbre, casi una religión, por lo que hizo un gesto con los hombros y se acerco a su hermano— ¡sabo, sabo, sabo! —llamó, a lo que el rubio dejó de lado su música para prestar atención al azabache— ¿que es el sexo? —fue inevitable un ¿ah? Al unísono, rojos, creyendo que habían escuchado mal

—¿que?, ¿dijiste sexto, no? —cuestionó sabo con vergüenza, luffy negó adorablemente con la cabeza

— no, ¡dije sexo!, ¿puedes enseñarme que es el sexo? —no se daba cuenta, pero ponía cada vez más rojos a los mayores para cada vez que repetía la misma palabra

— mejor callate luffy —murmuro sanji

— ¿ehh?, ¿por que?, ¡quiero saber que es el sexo! —de nuevo, puso más rojos a los contrarios, lo que no entendía en lo absoluto

— yo te puedo enseñar, mugiwara–ya —la voz de Trafalgar sonó a sus espaldas, por lo que rápidamente se giro con sus ojos brillando de la emoción. Law, aprovechando eso, acortó la distancia entre luffy y el, sosteniendo la barbilla del menor con sus dedos índice y pulgar— es más, lo puedes vivir en carne propia —termino por decir uniendo sus labios sin ser agresivo, pasando traviesamente su mano restante por la parte baja del menor. Separó lentamente sus labios de los del contrario, dirigiendose a su oreja— ¿te interesa, mugiwara–ya...? —luffy no supo muy bien lo que le paso, pero la sensación que le dio el aliento de law chocando contra su oreja, sumado a su casi monotona pero masculina voz, le hizo asentir inconcientemente, sonrojandose como en muy pocas ocasiones, nulas para ser honestos

Fue una gran sorpresa, incluso para Trafalgar, de verdad no se esperaba aquel tono rojizo en las mejillas de luffy, y que lo mirara como si fuera una presa que tenía la frente a su depredador. No se hicieron esperar puños, patadas y espadas directos a el, tuvo que echarse varios pasos hacia atrás para no ser tocado por ningún ataque, Zoro puso su mano restante en el hombro izquierdo, para ponerlo mas en medio de sabo y sanji, le gruño al ojeroso como un perro que protege a su dueño de un desconocido, posicionandose en frente del menor— no te acerques a luffy —de nuevo, soltó un gruñido gutural mirando a Trafalgar con el ceño fruncido, el contrario los veía hasta divertido por la situación, esbozó una sonrisa ladina, juguetona

— ¿que pasa roronoa–ya?, no estoy obligando a mugiwara–ya a hacer nada que no quisiera, como haz podido ver, el aceptó —levanto ambas manos, una de las katanas de Zoro estaba a unos pocos centímetros de su cara— mugiwara–ya, ¿te gustaría también hacerlo con ellos? _y con luffy con una nueva pregunta en su cabeza, miro los tres hombres

Sus marrones ojos se llenaron de más curiosidad que antes, dirigió aquellos orbes a los rubios, mirandolos detenidamente, luego la dirigió a zoro. Una casi imperceptible oh que formó en sus labios, poniéndolos en la forma correspondiente de un beso sin exagerar el tamaño— entonces... — comenzo, captando la atención de todos en el pasillo, en un tono para nada sugerente, o incitante a cometer el acto, sin contexto sexual de por medio, luffy pregunto— ¿puedo... Tener sexo con ustedes? —fue como si el menor hubiera soltado una enorme ráfaga de poder que casi los hace arrodillarse o simplemente caer desmayados, al cabo de unos efímeros segundos un líquido carmesí caía de la nariz de los cuatro hombres de mayor altura, que seguían en la misma posicion, estáticos, como si fueran de piedra, no se podía notar si siquiera respiraban y la sangre seguía fluyendo de sus narices

¡que se atreva el valiente!Kde žijí příběhy. Začni objevovat