cap 12

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Los tres hermanos caminaban charlando Tranquilamente por la calle, pasando el tiempo perdido por al supuesta muerte de sabo— eh oído por ahí, que si sientes que te caes cuando duermes, es por que un Ángel intenta llevar tu alma, pero como es algo torpe te deja caer —explicaba el menor de los tres— me pasa todas las noches —decía, recordando algunas veces que se despertó abruptamente por sentir que se caía de un barranco. Sabo sonrió, atacando a besos a luffy, diciendo cosas como de lo puro e inocente que es, mientras que ace, se quedó extrañamente quieto y algo pensativo, a pesar de que estaban tocando la carita de su tan querido hermanito el cual es sagrado para el

— que raro —soltó, atrayendo la atención de sus hermanos— yo siento que la tierra me esta tragando—explicó, dándole un sorbo a su malteada que había comprado hace tres calles atras

— me suele pasar lo mismo —dijo Sabo, soltando la cara de luffy

No hablaron de ese tema por todo el trayecto hasta llegar a la mansión, luego de un largo día de estar en múltiples lugares, luffy fue a la habitación de ace y cambiarse, pues el mayor al ver la cucaracha el día en el que quemó su habitación, lo hizo junto con toda su ropa, por lo que le tuvieron que comprar vestimentas nuevas (que eligieron marco y sabo para que no ande con el pecho descubierto), además de que su ropa la pusieron en donde ace. Quitándose la camisa de manga corta abotonada que traía, la cual se le hacia incomoda por la gruesa tela, para cambiarla por una más fresca, o directamente estar sin ella, pero por la extrema sobreproteccion de su oyaji, hermanos y amigos no podía estar asi— ¡luffy! —llamó la vocesita de su amigo chopper— nami llamó, dijo que te quiere ver afuera dentro de un rato —dijo, llevando su raro sombrero con cuernos de reno. Luffy se puso las únicas prendas que ace no quemó, por que la llevaba puesta

— bueno, vamos —acomodandose su amado sombrero de paja, camino al lado de su castaño amigo tres años menor que el, que había sufrido mucho maltrato por parte de su familia, cuidado solamente por hiruluk, quien murió por envenenamiento, luego fue abandonado en la calle a los 10 años, pasando días sin comer, casi muriendo, siendo encontrado por Luffy, dándole un hogar y dinero para que también pudiera estudiar medicina, queriendo ayudar junto a marco, kureha, y enfermeras a curar a sus amigos

Cuando salieron afuera, frente a nami estaban sentados Sanji y zoro, que se me miraban de mala manera. La peli roja, por un momento, sonrió con malicia disimulada bajo esa máscara de buenas intenciones, Luffy sintió un escalofrio viajar por su columna, su instinto decía que nami trataba algo, y no precisamente sola, vivi y Robin, tambien tendrían que estar involucradas en ese plan, sin saber que hacer, se arrodilló frente a su amiga, que miraba con algo de soberbia y burla a los tres, definitivamente, algo traia entre manos— ¿recuerdan la apuesta de anoche? —pregunto. A los hombres se les erizo la piel, pensaron que era un simple juego, pero si se trata de apuestas, la gata ladrona jamas juega— más bien, Luffy, ¿la recuerdas?—se corrigió, sentandose su silla de terciopelo rojo que le había regalado luffy— Zoro y Sanji–Kun tenían que de darme dinero, aproximadamente unos 200.000 en efectivo cada uno, mientras que Luffy, tenía que volver a vestirse de maid —lo tenía todo calculado. De la maleta que traía al lado, la abrió, sacando el mismo vestido que le provocó las mil y un vergüenzas al menor

— ¡¿que!?, ¡pense que ace habia quemado eso! —exclamó el menor

— nada que un soborno no pueda hacer —mirándolo, le saco la lengua, recordando que tuvo que darle unas fotos de Luffy a ace, se le fue dinero con eso, pero lo vale para lo que está apuntó de hacer— y en base al dinero, se las puedo dejar pasar esta vez, solo si hacen lo que les digo —con la mano en la que no apoyaba su menton, marco un número, más específicamente, de vivi— ya es hora, traelo —dijo de una manera más mafiosa que ace, thacht y Luffy. Por la otra línea, se escuchaba la voz de la peli azul, apuntó de hacer algo

¡que se atreva el valiente!Where stories live. Discover now