cap 13

3.9K 343 160
                                    

— ¡yo no lo hice! —chanclazo Maximus. Ace, definitivamente no debio abrir la boca en pleno regaño de Marco, por que de nuevo, el idiota junto a thacht, habían puesto la imagen de una piña en cada foto que salía, claro, no contaban con que marco ya sabía quines eran los idiotas que se atrevieron a hacerlo, entonces, lanzando su chancla hacia cualquier lado, pudo oir el grito de dolor que soltaron tanto ace como thacht. Por alguna razón, marco había desarrollado dones maternos desde que conoció a Luffy y el pecoso, de todas formas, debia agradecer poder tener el don de golpear a quien el quisiera con un solo movimiento con la chancla, predecir el clima, buen olfato, conocimiento sobre toda su familia, entre muchas cosas mas

— marco, saldré un momento, iré a la pastelria de siempre —aviso Luffy, ignorando los gritos de sus hermanos siendo brutalmente golpeados por la chancla del rubio

Salió fuera de la mansión, teniendo pensado comprar el gran pastel de 4 cuatro pisos de chocolate que vio la vez pasada, pero como no traía el dinero suficiente, tuvo que volver, pero no sabe por que terminó cayendo dormido, quizá se deba a las agotadoras misiones que suele aceptar ir. Llegando a su pasteleria favorita, y como cliente muy habitual que además deja una muy buena paga, lo atendieron antes que a los demás que hacia fila, la chica que casi siempre lo atiende le pregunta lo que desea comer esa vez, a Luffy le brillaron los ojos, apuntando a la vitrina para que supiera— quiero este —dijo al unísono con un extraño hombre sentado a su lado

— ¿hah? —había pronunciado— ¿que?, ¡no!, Olivia, ¿hay otro pastel así? —pregunto preocupado, la joven negó con la cabeza

— me lo llevo —había dicho lo mas calmado posible el hombre, causando un enojo en Luffy

— ¡no!, ¡yo me lo llevó! —dijo, cruzandose los brazos y con el ceño fruncido

Ambos se miraron a los ojos, los demás clientes salieron del establecimiento por miedo al hombre que parecía medir dos metros y diez, por otra parte, luffy, no daba miedo, hasta llegaba a inspirar ternura, pero si era cierto lo que decían de el sobre toda una mafia, decidieron inteligentemente huir. Olivia, una chica rubia de ojos rojos que siempre atendia amablemente a luffy, se sintió incómoda por la tension del ambiente, solo por un simple pastel que podría hacer otro día sin ningun problema— Emmm... Lo siento, pero el joven luffy es un cliente muy habitual aquí, ha Estado desde siempre, sería grosero no darle ese pastel —más allá de la reacción agresiva del hombre mayor, fue, más bien, sorpresa, luego, puso ambas manos en la cabeza del menor, ella se asustó, pensando que iba a aplastarle el cráneo, que muy fácilmente podría hacer

— ¿l-luffy? —había pronunciado debajo de la bufanda, mientras que, el de ojos grandes, trato de recordar quien era el tipo— soy yo, katakuri, ¿recuerdas? —los ojos del contrario se agrandaron— puede que no lo hagas, después de todo pasaron 11 años, y debiste tenere mejores cosas q-... —luffy lo interrumpió, dándole un fuerte abrazo al torso del hombre

— ¡claro que me acuerdo!, jamás me olvidaría de un amigo, pensé que estabas muerto ¿sabes?, me puse muy triste —los brazos fuertes de katakuri lo envolvieron, correspondiendo al cálido abrazo, luego lo alzó, para que estuviera a al altura su cara— shishishi, extrañe mucho a Katakuri —dijo, poniendo su frente con la contraria

Olivia, que observaba enternecida la situación, pregunto que iban a hacer con el pastel de chocolate, dijieron que ambos lo iban a comprar y que lo compartirían para no tener que pelear tanto. Luffy ofreció ir a su casa para que pudieran comer tranquilos, más bien, para que katakuri pudiera estar tranquilo


...



— ¿de quien fue la brillante idea de soltar a los animales del zoológico? —pregunto marco, con thacht, ace de 11, y Luffy de 8 arrodillados frente a el, con una visible chichon en la cabeza. Los más pequeños, giraron para ver al de tupé castaño, para marco, aquella simple acción le demostró todo lo que tenía que saber, así que, dejando libre a los azabaches, golpeo de la peor manera a thacht, los menores lo ignoraron poniendose el dedo meñique en la nariz, y el pobre thacht, solo pudo gritar ¡traidores!— por dar la idea, vas devolver cada uno de los animales, incluido leones, una las personas que lo vio, creyó que estaban jugando Jumanji, y otras andan pensando que es el fin del mundo, y estan diciendo sus pecados —dijo, recordando confuso como un hombre exclamó que le había gustado un Boku no pico o algo así, dejando a un golpeado thacht a sus espaldas— y Luffy, si vas a salir, llévate un paraguas, va llover —el nombrado miro al cielo, y claramente no había ni un rastro de una nube que pudiera perjudicar el día soleado

¡que se atreva el valiente!Where stories live. Discover now