¿Por qué los sentimientos son tan confusos?, ¿acaso tu sientes lo mismo que yo?, porque la verdad solo siento la necesidad de tenerte a mi lado por siempre, ¿es egoísta?, ¿verdad?
Porque si lo admito, si lo admito de una vez, esta voz que escondí t...
Sentirse así en la edad en la que estoy es completamente normal, ¿verdad?, o sea, digo, querer cambiarme físicamente solo por un..., de la nada, ¿es normal verdad?. Porque en realidad quiero cambiarme a mi mismo, y tener a un Seokjin totalmente cambiado frente al espejo, porque, ahora solo veo a alguien débil; alguien quien no se atreve a mostrar sus emociones por temor, un chico tímido, de cabello largo descuidado, alguno que otro grano en el rostro, sus típicos lentes redondos que descansaban en el puente de su nariz y por último, su cuerpo sin fuerzas.
En verdad que quería cambiarlo todo, quería ser mejor, y guapo, para..., para él.
Y para eso, Seokjin como todos los años para las vacaciones de verano se iba de viaje junto con sus padres a su ciudad natal, pero esta vez de seguir su rutina de siempre, en su lugar, empezó con una nueva.
Empezaría con trabajar su cuerpo corriendo dos horas en las mañanas y tardes y en las noches hacer algunas abdominales hasta sudar lo suficiente para luego tomar una ducha de agua fría.
Era agotador, pero se esfuerzaba lo suficiente para conseguir sus resultados y pronto.
También hace poco empezó a usar lentes de contacto remplazando sus redondos lentes y así lucir su rostro, llamativo, se veía.
Suspiró.
-hmm, ¿por aquí es la dirección?- me preguntaba llendo por las calles en busca de la peluquería en la que tenía cita.
Ah, había llegado el día en que me iba a cortar el cabello y dejar lo enmarañado que se veía.
Ehh, soy Seokjin, Kim Seokjin, y creo que no hay mucho que contar, llegué a la escuela este año y me acogieron muy bien de hecho, pero lo que tanto me llamó la atención desde el día en que llegué fue que una linda pero tan peculiar sonrisa cuadrada que me recibió con los brazos abiertos. Y ese día pude sentir mi corazón agitarse en mi interior, sonrojarme hasta quedar rojo de lo avergonzado que me encontraba ante su cálida bienvenida, y eso era nuevo para mi de hecho.
De inmediato él tomó la confianza de hablarme, abrazarme y subirse a mi espalda cuando él quiera, de verdad, yo me la pasaba bien con él, me sentía bien, y también sentía que él también se sentía cómodo conmigo, yo podía incluso verlo en esos ojos que se cerraban al sonreír, y..., y me gustaba.
Me gusta, me gusta mucho Tae, es, ¿cómo describirlo?, me hace querer cambiar, ser incluso mejor que antes, me hace ser tímido y sonreír con sinceridad, él, él es increíble, de verdad que todo en mi deja de funcionar cuando él está cerca.
Y aquella vez, cuando Yoongi-chii me preguntó por mensaje que si también extrañaba a Tae, me puse tan nervioso que tuve que mentirle.
Ah, esto era tan raro.
Mi cabello detesto cortar, pero por él es tiempo de intentar.
-hola, quisiera un corte, eh..., más moderno, esos de la actualidad.- le decía al peluquero.
-¡pero claro!, por favor, tome asiento.- indicó amablemente.
Ya había empezado a cortar, y yo me veía al espejo con inseguridad, ¿me veré guapo?, me preguntaba.
Después de esto le mandaré un mensaje a Yoongi-chii, no he hablado con él desde hace días y además necesito un consejo de él.
Por lo que sé, es amigo de Tae desde hace un tiempo, trataré de pedirle ese favor.
Muchísimas gracias Yoongi-chii, eres uno de mis menores favoritos.
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