Infinity↻h.s

Capítulo 2

— ¡Hey! — escuché la característica voz de Niall intentando llamar mi atención — Ya hablé con mi amigo.

De repente, la emoción recorrió cada parte de mi cuerpo, esperando desesperadamente una respuesta positiva.

— Me dijo que no había ningún problema, puedes ir siempre que puedas y quieras, al parecer no tiene tantos problemas como yo con los exámenes — comentó triste.

Niall siempre había sido de notas medias pero, este año le estaba costando de sobremanera y aunque no me lo hubiese comentando, sabía que estaba decepcionado consigo mismo. Mentiría si dijera que esa noticia no me había hecho la chica más feliz del mundo, no obstante, decidí que era mejor guardame todos esos sentimientos y apoyar a mi amigo, quién realmente lo necesitaba.

— Niall, tranquilo. Eres un chico muy listo y lo sabes perfectamente, no dejes que esta situación te supere. Si necesitas ayuda, sabes que siempre estaré para lo que sea. Siempre — intenté animarle mientras acariciaba su hombro lentamente.

— Claro que lo sé, Faith y sabes que yo también estoy para lo que sea pero, últimamente estoy muy desanimado, además, la situación en mi casa no está mejorado — contó mientras nos dirigíamos a la primera hora.

— Te he dicho muchísimas veces que podemos ayudarte, Niall déjame darte algo de... — me interrumpió rápidamente.

— No, ¿cuántas veces te lo tengo que decir, Faith? No quiero que me prestes dinero, me niego a recibirlo. Me pondré a trabajar — habló duramente.

— Joder, Niall. Eres como un hermano para mí y como un hijo para mis padres. No es problema para nosotros — intenté convencerle.

— Faith, he dicho que no y esa es mi última palabra. Intentaré organizarme: por la mañana estudiaré y por la tarde trabajaré. Sencillo — me sonrió de forma cálida y pasó uno de sus grandes brazos por mis hombros. Le sonreí no muy segura de lo que había dicho pero, intenté olvidar el tema — Por cierto, esta tarde te llevaré yo mismo a las clases de piano, sólo para que te aprendas la dirección.

— Bien — suspiré profundamente.

— ¿Qué pasa? ¿Todo está en orden? — preguntó mi amigo algo preocupado.

— Claro que sí, sólo estoy algo nerviosa, es decir, tú has intentado enseñarme muchísimas veces y soy penosa, me da miedo que tu amigo no me soporte y se rinda.

— No seas boba, no se rendirá, no es propio de él. Además, ama tanto la música como ama a su familia, forma gran parte de su vida, básicamente no puede vivir sin ella. Así que créeme, será paciente — contó mientras sonreía, como si estuviese orgulloso de su amigo y probablemente lo estaba pero, de un momento a otro, su sonrisa cambió por una pequeña mueca que no supe descifrar — Bueno, tú sí que tendrás que ser paciente con él, a veces se comporta de forma extraña pero, es normal.