única parte

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Louis siempre ha sido realmente bueno con los animales, desde pequeño siempre ha tenido esta relación con ellos que puede resultar hasta trascendental, un poco inexplicable incluso, y lo adora, en serio lo hace.

Todavía recuerda la primera vez que tuvo una mascota a los tres años, no sabía muchas cosas, en realidad todavía le costaba mucho hablar para aquel entonces, pero de alguna forma siempre conseguía pronunciar el nombre de su cachorro de la manera más perfecta de todo el mundo, como si fuese algo que estuviera en su mente mucho antes de que pudiera siquiera pensarlo. Era su mejor amigo en la vida, su amor incondicional por aquella criatura celestial lograba llenarle el corazón de cariño y una ternura tan pura que era incluso admirable de ver.

Y louis lo amaba, aun lo hace a pesar de que ya no se encuentre con él, aun cuando simplemente tiene fotografías de recuerdos que de alguna manera conserva en su memoria y forma parte de aquel álbum imaginario que guarda en su cabeza, junto con todas sus experiencias con los demás animales que ha tenido a lo largo de su vida.

Han sido muchos, más de los que los dedos de sus manos juntas pueden contar, y los ha querido a todos y cada uno de una manera distinta, especial para ellos, totalmente diferente a la forma en la que quiere a las personas. Es algo peculiar, como si su alma estuviera atada a ellos, para ser su compañero, para cuidarlos con la misma devoción y amor que siempre ha tenido dentro, para estar con ellos hasta el último día de aliento.

Los animales han sido la vida de Louis, si tuviera que dar un resumen de sus veintidós años se basaría en eso, porque de alguna manera no le ha bastado tener sus propias mascotas para adorar, sino que también ha decidido estudiar veterinaria en la universidad y pasarse unos buenos años arduos aprendiendo maravillas sobre como cuidarlos, tratarlos y atenderlos.

Ahora tiene un título certificado colgando de la pared de su habitación que ha conseguido no hace mucho tiempo, dos cachorros que ama con toda su vida y la necesidad de encontrar un empleo que lo ayude a subsistir a él y a sus amores en aquel pequeño departamento en el que vive. Si, Louis ahora mismo se encuentra desempleado, y aunque su madre le ha ayudado con unas cuantas cosas, necesita buscar un trabajo que le permita vivir con sus mascotas.

Y es justamente por eso que sostiene aquel periodico con tanto esmero mientras esta sentado en el mueble de su casa, la seccion de empleos está abierta de par en par y sus ojos se pasean por los anuncios al mismo tiempo en el que sus dedos acarician la cabeza peluda y negra de Clifford, quien se encuentra apoyado a su costado porque ese parece ser el lugar más seguro para el estar. Siempre que lo ve sentado o acostado en algún lugar, clifford se encuentra a sí mismo un espacio contra la esquina de su cuerpo, y louis lo recibe sin protesta y con los brazos abiertos porque lo adora, sinceramente lo hace.

El respirar tranquilo de su cachorro le hace saber que está dormido, y no puede evitar alzar los ojos para buscar a Quentin con la mirada. Lo halla al otro lado de la reducida sala, recostado en la alfombra negra circular, con su juguete de goma en la boca inmensamente entretenido en sus propios asuntos, tan cómodo y tranquilo que le saca una sonrisa inconsciente al muchacho.

Tiene ganas de ponerse de pie e ir hacia él a darle un montón de besos, y decirle lo buen chico que es y lo mucho que le ama. Sin embargo, no puede hacerlo, porque eso significaría despertar a Clifford, y lo adora tanto mientras duerme que no le gustaría hacerle algo como eso. Además, tiene que concentrarse, porque ya lleva una hora buscando y todavía no encuentra ni un solo trabajo que le parezca conveniente y que para rematar pague bien.

Se llena los pulmones de aire, regresa la mirada al periodico y continua con su búsqueda. No le interesa en absoluto ser plomero, la idea de ser camarero en un nuevo restaurante de carnes no es una opción para él, tampoco le entusiasma el ser niñero de cuatro niños cuyas edades varían entre los cinco y 8 años y definitivamente no quiere nada que ver con ninguna carnicería cercana.

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