Olvido - Fred Weasley

2.9K 166 66
                                    


Una noche, el Gran Comedor estaba por dar fin a la increíble cena. De pronto, el profesor Dumbledore se puso de pie y se dirigió a todos los alumnos.

- Antes de que vuelvan a sus dormitorios, hay un anuncio que debo hacer.- Su voz era tranquila y sonreía.- Se llevará a cabo un baile de Navidad, cómo tradición del torneo, pero, éste será de máscaras.- Anunció sumamente emocionado con la idea.

- ¿A quien invitarás Freddie?.- Susurró George a su gemelo.

- No lo sé.- Respondió distraído, pues quería seguir escuchando.

- Para que sea más emocionante, les recomendamos no llevar pareja. ¡Dejen que su destino lo haga por ustedes!. Buenas noches.- Las platicas comenzaron a escucharse en todas las mesas, cientos de voces se mezclaban y era complicado poner atención a todo.

Salieron del lugar y casa por casa, encontraron su camino. Algunos subieron escaleras y otros las bajaban, los planes continuaban. La mayoría estaba dispuesto a seguir la recomendación del profesor, resultaba romántica la idea del destino.

- Y si mi destino ¿No me gusta?.- Se cuestionó Fred, mientras cruzaban el retrato.

- Si te da miedo, no asistas.- Respondió su hermana menor.

- No es miedo Ginny, ¿Que tal si tú bailas con alguien que no sea Harry?.-

- Solo es un baile Fred, no te vas a casar con esa pobre, que tenga la desgracia de encontrarte.- Se burló, consiguiendo que el pelirrojo se molestara.

- Ahora tiene sentido la túnica de gala.- Se lamentó Ron, al pensar en la horrible que su madre había empacado para él.

El tiempo siguió avanzando, las primeras dos pruebas sucedieron y el frío comenzó a apoderarse del ambiente. Cuando la nieve cubrió los jardines del colegio, el interior de este fue decorado con cientos de adornos alusivos a las fechas navideñas y el fervor por el famoso baile, se apoderó de aquellos que se quedarían a vivir una experiencia así.

La noche del veinticuatro de diciembre llegó más rápido de lo que esperaban. Las enormes y majestuosas puertas de roble, se abrieron de par en par y un escenario sublime pudo ser apreciado.

Poco a poco, cientos de personas se reunían en el salón, sus rostros resultaban difíciles de identificar y así, el baile comenzó.

Algunos, tenían suerte de encontrar pronto una persona con la que bailar o simplemente platicar, mientras que otros, como Fred, comenzaba a fastidiarse de dar vueltas por el lugar y no obtener buenos resultados.

De pronto, las puertas volvieron a abrirse y una chica entró, su vestido era de un hermoso color gris, elegante, al igual que la máscara que ocultaban su identidad, enmarcando unos enigmáticos ojos azules que contrastaban con su cabello castaño. Al instante Fred se sintió extrañamente atraído a ella y como si alguien lo hubiese hechizado, encontró su destino, aunque él no estuviese consiente de ello.

Sus ojos hicieron contacto y no necesitaron más, sonrieron sin saber si se conocían o no, pero se sentían cómodos, tranquilos, el resto del mundo desapareció y lo único que los envolvía era la suave música.

- ¿Bailamos?.- Preguntó el Weasley, extendiendo su mano.

El resto de la velada, estuvieron juntos, rieron, bebieron, bailaron y no tuvieron cabeza para más. Disfrutaron tanto de su compañía y tenían la impresión de haberse conocido antes, que olvidaron preguntar sus nombres.

- Fred ¡Despierta!.- Insistió George, cansado de escuchar a su hermano hablar entre sueños.

- Déjame en paz.-

Harry Potter - One ShotsWhere stories live. Discover now