Capítulo 2: Segundo día de clases

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(Kageyama)

Despertar con mi habitación de secundaria es raro, pero supongo que con el tiempo me iré acostumbrando.

Hoy, como es mi segundo día de clases, decidí levantarme más temprano, y preparar mi bento para la escuela, y el desayuno para mis padres.

La verdad nunca cocine para ellos, así que, no recuerdo que es lo que les gustaba, más allá del café. Poniéndome el delantal de cocina de mi padre, agarre huevos, harina y otras cosas y comencé a preparar el desayuno sorpresa.

Esto es algo que solo saben las managers de Karasuno, pero soy muy bueno en pastelería, así que, termine cocinando unas galletas de vainilla, y una torta de naranja, que decore con crema y chips de chocolate. Estaba terminando de lavar todo lo que había usado, cuando mi madre bajo las escaleras en pijama.

-Tobio, ¿qué es todo esto? -Me pregunto, viendo la torta y las galletas en la mesa.

-Les prepare el desayuno. -Le conteste, sonriendo.

- ¿Desde cuando sabes cocinar? -Me cuestiono.

Olvidé...que yo aprendí a cocinar después de que ellos fallecieran... uy, hora de inventar una excusa...

-Em, yo... vi un libro de cocina eh imité lo que decía. -No es la mejor excusa del mundo, pero es creíble...

Mi madre se acercó a la mesa, y agarro una galleta. Le dio un mordisco, y de inmediato se volvió a verme.

- ¡Esta deliciosa! -Exclamo sorprendida, y yo sonreí aliviado. -Tienes un talento natural para la cocina si lograste esto solo con un intento. –

En realidad, había llevado varios intentos, cuando había estado aprendiendo a cocinar, pero ella no tenía que saberlo...

-Me alegro. Ve a vestirte, mientras, preparare café. -Le dije.

Mi mamá asintió, y corrió hacia su cuarto. Debó recordar lo que aprendí a hacer después de que mis padres fallecieran, para no exponerme.

Termine de lavar los utensilios de cocina, me quite el delantal, y mientras preparaba el café, tome un vaso de leche, y comí algunas galletas.

Mis padres bajaron minutos después, y pude sentarme a desayunar con ellos. Ambos parecían muy felices con mi sorpresa, y creo, que no estaría mal que yo preparara el desayuno de vez en cuando, si con eso consigo verlos sonreír.

Mi madre me llevó a la escuela en su auto, igual que ayer, y yo no pude evitar emocionarme, al ver a Kunimi y Kindaichi esperándome. Supongo que mi mamá lo notó, porque la escuche resoplar.

- ¿Son tus nuevos amigos? -Me pregunto.

-Sí, acordamos encontrarnos en la entrada hoy. -Le respondí.

Ella justo estacionó el auto, eh hizo algo que nunca había hecho. Me acarició el cabello, y me dio un beso en la mejilla.

-Muy bien, ve a divertirte con ellos. Hoy no pasare por ti, así que, cuando termines ve a casa, y si vas a llegar tarde, envíame un mensaje. -Me aviso.

-Claro, mamá. Ten un gran día en el trabajo. -Le di un beso en la mejilla, y salí del auto.

Salude a Kunimi y Kindaichi, y los tres entramos juntos a la escuela. Caminamos charlando, hasta nuestros salones, y antes de separarnos, pues Kunimi pertenece a otra clase, acordamos almorzar juntos, y después, ir a entregar nuestras solicitudes al club de vóley.

Las clases siempre me habían parecido aburridas, exceptuando gimnasia, sin embargo, estudiando con Tsukishima y Yamaguchi, había descubierto, que literatura e historia podían ser interesantes. Ahora, de vuelta en la secundaria, si quería tener buenas notas, tenía que prestar mucha atención y eso fue lo que hice.

Deseo concedido, pasado reconstruidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora