"Novios"

459 82 3
                                    




El martes por la mañana el moreno se dedicó a buscar inspiración para su próxima obra de arte callejero. Su madre había vuelto de sus turnos consecutivos, para descansar un día en casa y volver a instalarse en su trabajo.

La mujer estaba exhausta, por ello, Haechan cocinaba para ella, mientras la misma esperaba sentada en la pequeña isla de la cocina, sobre un taburete. Tenía una sonrisa leve, durante los segundos que llevaba observando a su hijo.

-Está tan grande mi pequeño genio...-Su sonrisa pronto se convirtió en una nostálgica. El chico negó mientras daba la vuelta a los huevos sobre el sartén, antes de reír.

-Ya deja de verme... Siento que tengo algo encima.

-Disculpa por querer apreciar la belleza de mi hijo.-Se quejó, volviendo a ver la revista que tenía cerrada frente a ella.- Es solo que... ¿No se sienten solos?, Siempre estoy fuera y....-Sonaba algo preocupada al decir aquello.- Ustedes necesitan a su madre.-Finalmente su sonrisa se apagó y Donghyuck sacó los huevos del sartén, para dejarlos sobre un plato y girarse.

-Tengo a mi madre justo como debe ser.-Reprocha el menor, dejando el plato en la isla, acompañado de tostadas y beicon.- No hables como si fueras poco, mujer. Eres una madre honorable y especial... Y me vas a hacer llorar así que come.-Finaliza el joven, antes de abrazarla con cierto pesar y separarse para dejarla comer.

Así fue como su madre empezó a degustar las delicias que había preparado su hijo, sonriente.

-Jaemin está bien... Ha ganado algo de peso.-Comenta la señora, en una pausa sin apartar la vista de su desayuno.

Donghyuck se dirigía a buscar unas cosas a su cuarto, cuando al darle le espalda pudo oír el comentario. Paró en seco.


Jaemin


-¿Por qué me dices eso a mí?...-Inquirió con confusión en su rostro, pero recordando la habitación del chico y estremeciéndose.

-Creí que eran amigos... O al menos conocidos. Preguntó cómo estabas, hace un rato. Supuse que se habían vuelto cercanos.-Murmura en respuesta a la pregunta de su hijo, para guardar silencio y seguir comiendo.-Esto está muy bueno.

Hyuck volteó a verla por encima del hombro, pero siguió su camino al cuarto. Allí iban de nuevo sus pensamientos. Otra vez pensando en esa obscura habitación y el semblante del muchacho. Cerró los ojos negando.


«No hay nada qué pensar Haechan... Él no quiere compañía. De quererla lo hubiera pedido.»

«...¿No es así?»



¡Aish!-Revolvió su cabello frustrado, dejándose caer en la cama por un momento.- No sé qué estás creyendo que haré, pero no.... No, Donghyuck, no. No voy a ce-


15 minutos después el de piel canela ya había salido de su cuarto, arreglado y con una pequeña mochila colgando de su hombro.


-¿A dónde vas?...-Pregunta su mamá, lavando los platos.

-A donde mi conciencia me diga. Adiós, madre.-Murmura de mala gana, para abrir la puerta y salir en dirección al hospital.- Debo aprender a callarme a mí mismo.-Dice, hablando en voz alta al bajar las escaleras del edificio.


(...)


Una vez en el hospital, fue directo con la recepcionista de turno, preguntando por el chico.

-¿Usted es?-Pregunta la mujer que parecía ser nueva.

-Lee Donghyuck.

-Espere...-Aguardó la chica con seriedad, revisando algo en su computador.- El señorito Na tiene un aviso de nada de visitas. Es decir, el chico no quiere a nadie allí arriba a excepción de su hermano... Y él se acaba de ir hace 20 minutos.-Dijo con toda autoridad la señora.- No puede pasar sin mi autorización así que, lo sentimos pero debe retirarse.

El joven se quedó sorprendido de que tuviera un aviso así... Y más aún, de que no pudiera pasar sin permiso.

-Es un recado de mi madre. Es enfermera aquí...-El chico explicó quien era su madre y lo que traía para Jaemin, sin embargo... Nada funcionaba con esa señora.- Por favor...

-No, señor Lee.

-Está bien....-La recepcionista le dió una mirada reojo, extrañada. Era el momento artístico de Hyuck.- Me descubrió... Me quedé sin opción.-Ella seguía sin entender, y él había adoptado una expresión avergonzada (bastante real), para poder confesar una mentira.- Soy su n-novio.-Susurra con la mirada en el piso.

Santos sean los dotes de actuación de Donghyuck. La mujer abrió los ojos como si fuera un gran secreto y se llevó una mano a la boca, apenada.

-El señorito Na, no había dicho nada de eso...-Susurró ella de vuelta y Haechan sintió un alivio y confianza. Ya había caído.

-Es que.... No es algo que él quiera decir. Le apena un poco, y a-a decir verdad... A mí igual. Es primera vez para ambos.-Hyuck quería cortarse la lengua ahí mismo y dejar de decir cosas así, pues sentía su cara enrojecerse más.

-¡Ay sisisi! No se preocupe, señorito Lee. Mil disculpas, puede pasar.-Le indica con una sonrisa pícara, dándole una tarjeta de pase al chico, y éste suspira mucho más calmado ya dentro del ascensor.

«La próxima vez que tenga que cambiar mi orientación sexual por otra persona, reconsideraré seriamente dejar juegos de rol y teatro con Jeno.»

Al abrirse las puertas del elevador, salió en dirección a la habitación de Jaemin. El pasillo estaba silencioso, y solo doctores pasaban por allí.

Donghyuck tocó la puerta del 302. Estaba algo nervioso, pero sabía que no había marcha atrás.

"Pase"

Se escuchó al fondo, del otro lado de la puerta... Así que abrió con cuidado y cerró tras haber entrado. De nuevo esa horrorosa falta de color por todas partes le provocó un escalofrío.

Dió unos cuantos pasos hasta lograr ver la figura de Jaemin sobre la cama, leyendo un libro.

Parecía un maniquí.

-¿Por qué no...?-Cuando Jaemin alzó la vista, se consiguió con los curiosos ojos de Hyuck. Frunció el ceño intentado adivinar que hacía él ahí parado.- ¿Cómo fue que entraste?

-Tú me dijiste "Pase"...-Responde el moreno con obviedad y el castaño se muerde el labio rodando los ojos.

-Me refiero a que, cómo fue que te permitieron entrar.

-¿El Principito?, ¿Enserio?.-Preguntó burlón el peliazul, solo para desviar su atención de una pregunta que no quería responder.

Jaemin bajó la mirada avergonzado, guardando rápidamente el libro bajo sus sábanas, y escondiéndose en éstas también.-Es lindo y me gusta. Vete.-Murmura bajo la tela, con el calor en sus mejillas.

La risa de Haechan se escuchó en la habitación.- "Te miraré de reojo y tú no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos."

Solo fue cuestión de segundos para que Jaemin asomara su cabeza por encima de las sábanas, para verlo. Citó una frase del libro.

-Tú también lo has leído.

-Claro. Es un clásico.-Comenta el moreno, tomando asiento en una de las sillas junto a la cama, y descolgando su mochila para ponerla en el piso.- Solo atiendo a quien disfruta mi compañía... Y después de todo lo que he pasado de día, ni porqué me ruegues me iré.-Avisó con anticipación, abriendo su bolso para sacar algunas cosas de pintura.

-¿Qué haces?-El menor quería saber qué guardaba en su bolso, pero se negaba a demostrar tanta confianza.

-¿Te gustaría aprender a pintar? O puedo pintarte yo a tí, y tú leerme a mí...-Sugirió con una gracia espontánea.

-Esto es raro.-Susurra, algo sonrojado.


_________

"Street Art"/ NaHyuck.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora