Capítulo 1: Primer día, ahí vamos

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Creo que hoy, fue la primera vez que vi a mi madre poner una sonrisa completa en su rostro, antes de saludarme con la mano, eh irse.

Kitagawa Daiichi era como lo recordaba, grande y lleno de gente. Mi primer día, la vez anterior, me había perdido la ceremonia de bienvenida porque como no conocía las instalaciones, me había terminado perdiendo. Pero ahora, que recordaba donde estaba todo, sabía a donde debía ir.

Confieso que realmente estoy algo nervioso, yo me había enterado después, pero Kunimi y Kindaichi se habían encontrado por primera vez, en la ceremonia de bienvenida, y esta vez, yo iba a estar también.

El salón donde se daría la bienvenida a los nuevos estudiantes, estaba organizado, con profesores que te decían a que aula pertenecerías, y sillas en grupos para que los alumnos se sentaran con quienes serían sus compañeros de clase.

Un maestro me mostro donde estaba el grupo de sillas de la clase D, a donde yo pertenecía y empecé a caminar hacia allá, mirando los alrededores, para ver si encontraba a mis almas gemelas.

Había tanta gente en ese lugar, que termine tropezando, y casi me caigo, de no ser, porque alguien alcanzo a agarrarme por los ante brazos. Levante la cabeza para agradecer a quien me había salvado, y me quede helado.

Frente a mí, estaba Kindaichi, aun sosteniéndome. Al parecer, encontrar a mis almas gemelas no iba a ser tan difícil...

- ¿Estás bien? -Lo escuché hablar y salí de mi ensoñación.

-Sí, gracias. -Asentí, parándome como corresponde. -Soy Kageyama Tobio. –

Extendí mi mano, y él la tomo con una sonrisa.

-Soy Kindaichi Yuutarou. Encantado. -Me respondió.

Algo en mi pecho revoloteo, al estar de nuevo, con él tan cerca.

-Igualmente, ¿de qué clase eres? -Pregunte, intentando no sonar tan emocionado como estaba.

-Clase D, ¿y tú? -Me contesto.

-Igual, sentémonos juntos. -Dije, y caí en cuenta que eso sonaba más a una orden que a una invitación. -Claro, si tú quieres...-

En lugar de alejarse, como creí que pasaría, Kindaichi se río de mí, y me tomo de la mano, para empezar a caminar hacia nuestras sillas.

La ceremonia de bienvenida, fue una tortura. Lo único que hicimos fue escuchar al director, hablar, hablar, y hablar. No me había perdido de mucho la vez anterior, cuando me había perdido.

Una vez que la tortura acabo, cada maestro llamo a su clase y empezaron a dirigirnos hacia nuestras aulas. En el camino, pude ver a Kunimi, yendo con el resto de la clase B, a la que él pertenecía, hacia su salón.

Kindaichi y yo permanecimos juntos, todo el camino hasta nuestra aula, y en ella, él se sentó detrás de mí. La maestra empezó a nombrarnos, pidiéndonos que nos presentáramos y contáramos algo sobre nosotros.

Igual que la vez anterior, dije mi nombre, mi edad, y que me gustaban los bollos de cerdo y el vóley. La presentación de Kindaichi también fue como la recordaba, dijo su nombre, edad, y hablo sobre juegos que le gustaban.

Una vez que termino la primera clase, donde solo teníamos que presentarnos, y hablar un poco entre nosotros para conocernos, llegaba el tiempo, donde recorríamos las instalaciones y conocíamos los clubes. Todos los clubes hacían demostraciones para reclutar nuevos miembros, pero yo ya sabía a donde iría, así que no me interesaban mucho.

-Oye Kageyama. -Escuche a Kindaichi hablarme, mientras ambos salíamos del salón. - ¿Sabes a que club iras? –

-Sí, quiero ir al club de vóley. -Le respondí.

Deseo concedido, pasado reconstruidoWhere stories live. Discover now