Un día, Misato recibió la visita de un sapo y le dio una carta. Al abrirla, Misato leyó las experiencias de Naruto ya que estaba siendo entrenado para convertirse en el futuro Hokage y también sería padre nuevamente. Hinata estaba embarazada esperando a su segundo hijo y sospechaba que sería una niña. Misato se alegró mucho por ellos y les escribió una larga carta contándole sobre Uzushio y sus felicitaciones por el pequeño bebé en camino.

El tiempo continuó transitando, Misato cumplía sus deberes como Uzukage y el resto del día pasó tiempo con su familia, especialmente con el pequeño Shisui que había crecido bastante. No hubo incidentes en la aldea lo cual se sentía extraño para Misato, no estaba acostumbrada a la paz pero se obligó a relajarse. Kakashi le informó que Sakura Haruno transcurría sus días en una prisión por dos años y luego viviría una vida como civil.

Llegó el día en que Misato, Itachi y Sasuke celebrarían su boda. Tuvieron muchos invitados provenientes de muchas aldeas y pueblos. Uzushio tuvo la mayor concurrencia en la historia. Todos los antiguos compañeros shinobi de Konoha estaban presente y Naruto estaba sumamente feliz en la celebración acompañado de su familia.

Misato estaba hermosa en su kimono blanco con detalles florales en dorado e incrustaciones brillosas diseñadas por un sastre de su aldea. Sasuke e Itachi también vestían un bello kimono claro. El pequeño Shisui era sostenido por Tsunade que lagrimeaba al ver a su sobrina tan hermosa en ese día tan especial.

El gran banquete fue maravilloso y recorrió toda la aldea para que cada habitante y visitante disfrutara de la celebración. Los casados saludaron a mucha gente, especialmente Misato que tenía el favor de los habitantes.

Fue una gran reunión que pasaron de maravillas. Los Kages se relajaron mucho y disfrutaron toda la celebración. La paz era un sentimiento hermoso.

La luna de miel que tomó por sorpresa a Misato había sido organizada por ahora sus esposos. Visitarían un hermoso pueblo del País del Fuego, disfrutarían de aguas termales, ocios y diversión. Haruo y Tadao le aseguraron a Misato que cuidarían de Uzushio hasta su regreso.

Al cabo de quince días, Misato volvió a la aldea junto a Itachi y Sasuke. Realmente habían pasado un gran tiempo en aquel hermoso pueblo. Disfrutaron más de lo que admitirían.

Haruo y Tadao eran grandes consejeros y tenían la plena confianza de Misato. Ellos se encargaban de los detalles que Misato a veces no tenía tiempo de ver. La kunoichi trabajaba incansablemente cada día.

Un día mientras Misato firmaba varios pergaminos sobre suministros medicinales provenientes de Kumo, su chakra fue repentinamente drenado causando que se sintiera extremadamente mal y por consiguiente que le provocara dolor en su cuerpo.

La hospitalizaron, fue atendida por muchos médicos y enfermeros muy preocupados por su salud. Le hicieron exámenes de sangre junto a jutsus de diagnóstico. Y vieron que el problema radicaba en que Misato estaba nuevamente embarazada y su hijo no nato consumía mucho chakra y era una situación letal para la madre, estaba en riesgo de un aborto espontáneo.

No le permitieron abandonar el hospital hasta solucionar el asunto del drenaje de chakra. Claramente su hijo por nacer tendría un chakra excepcional. Itachi y Sasuke estuvieron severamente preocupados acosando al personal médico hasta que Misato los regañó.

Ella misma ofreció una solución para continuar con sus deberes sin que el embarazo estuviera perjudicado. Utilizaría su Byakugou como suministro para el feto cuando éste haya consumido un 30% de su fuente de chakra. Los médicos estuvieron de acuerdo y Misato finalmente pudo alegrarse por la noticia de su nuevo embarazo.

Felizmente le escribió una carta a Naruto sobre lo ocurrido al principio pero luego finalizó muy alegre por la noticia y esperaba que Hinata estuviese bien.

Crónicas de una kunoichi: UzushiogakureOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz