Crónicas de una kunoichi: Uzushiogakure

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"Perdonar es como liberar a un prisionero y descubrir que ese prisionero eras tú"

Misato se despertó sobresaltada cuando los recuerdos de la Reunión Kage asaltaron su mente. Se puso de pie al instante, quitándose con cuidado las conexiones al monitor médico.

— ¡Misato-sama! — exclamó un ninja médico — ¡por favor, quédese! ¡Tsunade-sama! — llamó el ninja yéndose

En breve llegó Tsunade y abrazó a su sobrina. El ninja médico miró preocupado y se retiró nuevamente.

— ¿Por qué no me dijiste? — preguntó Tsunade mirándola

— Está en mi sangre, lo vi demasiado tarde — respondió Misato con las manos en su regazo — ha mutado en mi ADN y desplazado todas mis células sanas — Tsunade iba a hablar, pero la interrumpió — he intentado desde Ninjutsu Médico hasta manipular las células con mi Byakugou y chakra vital pero no ha resultado, simplemente continúan volviendo una y otra vez

— No me rendiré contigo — sentenció Tsunade con una mirada seria

— Rikudo Sennin dijo que moriría pronto — respondió Misato — con gran dificultad he llegado a aceptarlo

— Misato...

Sin más, ambas mujeres quedaron en silencio contemplando la verdad. Pero Tsunade no estaba dispuesta a aceptar un no por respuesta. A los cuarenta minutos llevó a Misato a realizar más análisis médicos de todo tipo.

Al final del día, Misato se dio el alta para continuar sus deberes como Uzukage. Aunque Tsunade insistió, Misato le dijo que no quería que sus hijos la vieran así.

— Has perdido peso — comentó Tsunade al verla abrochar su kimono

— Lo sé — asintió Misato — hay una guerra en camino, estaré en la fortaleza

La Sannin observó su partida con frustración. Cuando Misato llegó a la fortaleza encontró en la sala de reuniones a Haruo y Tadao discutiendo los asuntos sobre la nueva información de la Reunión Kage.

— Lady Misato — saludaron al unísono

Hasta altas horas de la noche Misato y los consejeros discutieron los temas peligrosos tales como la próxima guerra y quién era este extraño que proclamó la destrucción mundial. Su inconsciencia por el uso poco común del Hiraishin duró casi dos días y no hubo novedades violentas de este extraño.

— Realmente dudo que sea como Madara Uchiha — comentó Tadao pensativo

— Es mejor no subestimarlo — respondió Misato mirándolo — puede ser peligroso

— Lady Misato tiene razón — asintió Haruo — he buscado registros de este tal Seiji pero no he podido encontrar ningún dato — suspiró — ni siquiera de qué aldea proviene

— Contactaré a los demás kages para saber si tienen novedades — dijo Misato mientras redactaba una carta

Desde el incidente en la reunión Kage, las aldeas shinobi estuvieron especialmente en guardia durante al menos dos meses consecutivos. No hubo noticias ni avistamientos de Seiji. Aquello preocupaba más a Misato.

La cotidianeidad tomó su rumbo de nuevo, Uzushio continuó progresando en asuntos comerciales y enriqueciendo la aldea. El poder militar había aumentado drásticamente luego de un programa de entrenamiento especial para los Samurai y civiles que estuviesen interesados en aprender más sobre el mundo shinobi.

Las nuevas generaciones de ninjas continuaban entrenando y aprendiendo bajo la tutela de sus sensei. Misato se aseguró de que nadie perdiera ninguna oportunidad, aquellos que demostraban ser realmente muy capaces sobre el promedio entonces serían entrenados para equipos de tácticas especiales. La Uzukage negó absolutamente misiones de alto rango demandantes para estos ninjas hasta que no tuviesen cierta edad y aprobación física y psicológica.