— Ese no es el punto, sí lo es que quieras sentarte con alguien como ella. No sucederá, ¿o qué? ¿Acaso quieres llamar más la atención?

«Era obvio que se iba a dar cuenta, prácticamente toda la cafetería está atenta a tus movimientos»

Gracias, justo cuando comenzaba a olvidarlo.

«De nada»

A veces odio a mi conciencia.

Josh interrumpe la conversación conmigo misma. — Como sea, no comerá con nosotros — Todos asienten de acuerdo, menos yo que por costumbre guardo silencio.

Es casi un anime, qué puedo hacer contra eso en esta mesa. Aquí es donde tienes el control, porque, sí, nosotros somos ese grupo de reyes y reinas.

Amanda — ahora que me sé su nombre — no ha mirado en nuestra dirección ni una sola vez, ni siquiera me busca, es como si en dos horas se hubiera enterado de mi existencia y quienes son mis amigos. Lo cual, en otras palabras, significa que para ella ya no valgo nada en absoluto.

— ¿Qué ocurre Chloe? Te noto distinta... molesta, mejor dicho — Ella parece ausente, y cuando está dispuesta a hablar Brooke se adelanta:

— Solo está cansada, ¿verdad, C? — Intercambian miradas que no entiendo, Brooke frunce el ceño hasta que nuestra amiga por fin asiente.

«Okeyyy... eso fue raro»

Continúo comiendo de mi ensalada en silencio, no tengo ganas ni tema para comenzar a debatir con cualquiera. Pero entonces un grito proveniente de la cocina se escucha en todo el piso. ¿Me parece a mí o están gritando mi nombre? Mis ojos lo captan: al mismísimo Jackson, novio de mi mejor amiga, viniendo hacia mí con un balde de color azul por encima de su cabeza sosteniéndolo apenas.

«¿Qué hace?»

— ¡Qué alegría verte! — Lastima no poder decir lo mismo — ¿Lista para otro año lleno de travesuras?

— Jackson... — le advierte Chloe, pero la ignora.

Me observa con esos ojos y sonrisa malévola, entonces intuyo que nada bueno trama.

— Jackson, no.

«¿No, no qué? ¿Qué es lo que hará? ¿Por qué nadie habla?», el pánico forma un nudo en mi garganta.

Y sin que lo viera venir agua fría cae sobre mí, mojándome por completo. Una orquesta de carcajadas se oye a mí alrededor y no puedo evitar sonrojarme. Estoy en shock, congelándome y sin embargo no me muevo, no reacciono y sé por qué.

Dos veces en un mismo día.

— ¡Eres un idiota! ¡Mira cómo la has dejado! — gritan pero ni idea de quién es esa voz.

— ¿Callie? ¿Callie, estás bien?

— ¿Qué le pasa? ¿Por qué no habla?

Siento una mano entrelazarse con la mía y que me guía a otro lugar pero eso es todo. Intento concentrarme tanto en no volver a recordar que ni me percato lo que sucede a mi alrededor, hasta que siento agua tibia empapar mi rostro.

La radio. El camino rocoso. Lluvia. Luces. Agua. Oscuridad. Sangre.

No se detienen, aparecen una y otra y otra vez. La vista se me nubla y la respiración me falla. «¿Por qué no se va?»

— Callie, deja qu...

— ¡No! ¡No, no, no, no! — chillo, no quiero que me toquen, no quiero sentir ese líquido transparente por mi cuerpo.

Trato de salir de la ducha, pero unos fuertes brazos me rodean.

— Callie, tranquila, estoy aquí. Calma, solo... escucha mi voz, escúchala.

— ¡No, no quiero morir! ¡Vámonos, por favor! — grito más fuerte, necesito que entienda que no respiro pero mi boca habla por sí sola, repitiendo lo de ese día.

— Lo sé, lo sé, relájate, estás a salvo Callie. Nada te va a pasar — sus sollozos me traen de vuelta a la realidad.

«¿Qué pasó? ¿Por qué estoy en la ducha de mi habitación? ¿Cómo llegué aquí?». Poco a poco voy abriendo los ojos y recuperando la compostura, mis hombros se mueven pesadamente y trago aire desesperada.

Brooke todavía sigue abrazada a mí por detrás, me suelta cuando relajo mis músculos.

— ¿Está todo bien? — Chloe entra al cuarto y se para frente a nosotras con severa preocupación.

— Sí, debió ser el impacto y el agua — le informa mi amiga, ya que aún no consigo que me salgan las palabras.

Por esto es que me esmeraba tanto en ignorarlas el año pasado, porque no soportaba la idea de que me vieran en este estado, en esta ridícula situación. Pero gracias a Jackson ahora nada de eso importa, todos lo saben. Saben que sigo sin superar mi miedo y que ya no soy la misma de antes.

«¡Gracias, Jackson, esto era lo único que me faltaba! Alabado seas»

Me limpio con el dorso de mi mano las lágrimas que corren por mis mejillas, no se notan por el agua tibia que Brooke dejo caer hace un rato.

— Sé que es lo último que hubieses querido, pero no dejabas de temblar y creí que era lo mejor — musita siguiendo la mirada de miedo que le estoy dando al cuarto de baño. Asiento y me cambio de ropa —. Te traeré un café, vuelvo enseguida.

Sin ánimos de llevarle la contraria permito que se vaya, quiero estar sola y seguro que ella tiene que hablar con el idiota de su novio.

— Iré con ella, para que no se retrase — se excusa Chloe y desaparece cuando también le digo que sí con la cabeza.

Me prometí antes de llegar aquí que lo intentaría, que intentaría con todas mis fuerzas controlarlo y así nadie me descubriera. Pero es obvio que es más fácil decirlo que llevarlo a cabo.

«Primer día y ya te va de perlas, ¿eh?»

Nos. Que no se te olvide que solo eres una voz en mi cabeza, mi ego.

«Auch, bueno eso es cierto. Yo estuve ahí para ti, es justo que nos unifiquemos»

Genial. Ahora hablaba sola.

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Gracias por leerme🤍

A.-

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