Nada ha cambiado

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Por el altísimo, Brooke no exageraba, este chico está mejor que un Dios griego. Oigo a las demás chicas suspirar por él como si estuvieran enamoradas, y no las culpo, fácilmente podría ganarle a todos los hombres de por aquí.

Tiene el cabello azabache y a diferencia del resto, un poco más desordenado. Estoy segura que logré ver unas motitas azules en sus ojos oscuros, y su piel por supuesto es más bronceada que la mía. El uniforme le queda de maravilla, y como todo en él, un poco más revuelta, como si por la mañana hubiese tenido prisa en salir. No hacemos contacto visual y mis mejillas ruborizadas lo agradecen, creo que por hoy he tenido suficiente.

Ya casi es hora del receso, sabía que no llegaría mi turno porque mientras todos estaban distraídos el profesor se tomó dos segundos para guiñarme un ojo como dando a entender que no me obligaría a nada. Así que una vez que piso la cafetería entre la multitud busco una cabeza pelirroja y otra de rizos negros.

«Tal parece ser que las cosas nunca cambiaron», me dije cuando las vi sentadas en la mesa de los "reyes y reinas".

Es tradición que el grupo más popular del internado se sitúe en el medio, todos saben que es cosa de generaciones; nuestros padres, parientes, cualquiera que haya estudiado aquí y te haya dejado conservar su apellido te hace formar parte de este.

Con respecto a lo otro, depende de nosotros hacerle la vida imposible a alguien que no nos agrade. Lo cual es absurdo, más aún cuando en este lugar el dinero le sobra a cualquiera. Por desgracia para algunos, dejó de ser importante el que lleves ropa de marca o que vivas en una gran mansión, con nada de eso lograrás encajar si no consigues la aprobación de los reyes y reinas.

— ¿Qué tal algebra? — me pregunta Brooke cuando llego a su lado.

Me encojo de hombros. — Todo lo bien que pudo haber ido.

A pesar de que no le convence mi respuesta ella lo deja estar. Todavía siento ojos en mí, como era de esperar, pero sacudo mi cabeza y me concentro en Josh y Jaden que se encuentran discutiendo animadamente frente a mí. Me alegra que hagan como si mi presencia los ha acompañado todos estos meses, ya tengo demasiada atención como para volver a serlo en la hora de almuerzo.

Pasan unos minutos en los que me volteo para ver a Chloe, está apunto de asesinar a una pobre patata con los ojos y me pregunto qué la habrá puesto de tan mal humor si hace un rato estaba como si nada.

— Oh-por-dios, miren quién viene ahí — anuncia de manera dramática Brooke y todos volteamos —. Pero si es la plebeya — se burla y Josh y Jaden se ríen.

Eh, esa es la chica con la que choqué esta mañana, por eso no la encontraba.

— ¿La conocen? — pregunto y me miran como si tuviera dos cabezas — ¿Qué?

— ¿Conocerla? Callie, es la hermana de Betty.

«¡¿La qué?!»

— ¿Es una broma? Ella, no... no puede ser su hermana.

— ¿Qué? ¿Por qué no? ¿Acaso la conoces? — cuestiona Josh con horror en su semblante.

— Hablé con ella esta mañana, no tenía idea...

— ¿Por qué no nos dijiste?

— No pensé que fuera importante, B. Además, ni siquiera es como ustedes me la describieron, la chica es agradable.

— Callie, conoces nuestras reglas, número uno: el apellido siempre es lo que cuenta, no la apariencia. Es lo que siempre te hemos dicho.

— ¿Ósea que si no me apellidara Smith dejarías de ser mi amiga? — replico un poco molesta y carraspeo para que no lo noten.

Tú decidesWhere stories live. Discover now